KHASAB CASTLE RESTAURANT

A 300 metros del fuerte, dirigido por un hombre iraní y su esposa, hay un verdadero restaurante de barrio al estilo bistrot: no muy grande, con toques personales en la decoración, el jefe en la recepción y los platos hirviendo a fuego lento en la cocina. En una jaula cuyas puertas se abren de buena gana en horas de poca actividad, los periquitos domesticados conversan, esa es la historia. En la mesa o sentado en el suelo sobre alfombras, uno descubre o prueba platos de la cocina iraní basados principalmente en el cordero o el pollo. Para los interesados: el azafrán de Irán se vende localmente.