Guía de viaje Masirah

La isla de Masirah, a 18 km de la costa, aún no es muy popular entre los viajeros, pero es un lugar ideal para navegar y goza de una excelente reputación entre los kitesurfistas, al igual que su condición de criadero internacional de tortugas marinas, sobre todo de la tortuga pavo real. Aunque poco desarrollada, la isla cuenta con una pequeña ciudad, Hilf (8.000 habitantes), construida a lo largo del paseo marítimo. Es el único lugar donde abastecerse de gasolina y alimentos, a menos que se haga directamente en el mar o se compre pescado a los lugareños. Los demás pueblos no son más que aldeas de casas de pescadores, o incluso simples letreros plantados en medio de la nada. De tamaño medio (65 km de largo por 17 km de ancho como máximo), Masirah se caracteriza por un relieve monótono formado por unos pocos puntos elevados (Jabal Madrub a 256 m) que dominan rocas ofiolíticas e interminables extensiones de arena blanca sobre un fondo de mar turquesa. Se tarda unas dos horas en recorrerla en coche de Norte a Sur, y el paisaje cambia a cada kilómetro: montañas, arena, calas y ramblas. El extremo norte de la isla no es accesible, ya que está ocupado por antiguas instalaciones de la RAF que son una base militar omaní "ultrasecreta" desde 1980. Recomendamos quedarse dos o tres días para conocer la isla y tener tiempo de recorrer sus senderos.