PAINTSHOP HOSTEL
El único albergue de backpackers de la región. Aquí te alojas en un ambiente bastante anglosajón. Un gran billar en el salón, un pequeño bar en la parte trasera, abierto hasta punto de hora. En la terraza hay sardinas asadas en la barbacoa. Es una joven pareja inglesa que tiene este albergue y la confianza es de puesta, de hecho, no se paga nada antes de irse. Internet, bebidas, etc., todo se nota en un trozo de papel que se aferra al frigorífico que se descubre en el momento de la salida.
Al principio de la noche, de vuelta de playa, te encuentras en torno a una película en el lounge o a contar su estancia en Portugal en el bar. La cocina, magníficamente equipada, está abierta a todos. En cuanto a las habitaciones compartidas, limpias y espaciosas, no hay nada que objetar. Una magnífica dirección para los viajeros independientes.