PALÁCIO Y QUINTA DE REGALEIRA
Palacio con encantadores pabellones y numerosas terrazas, que goza de un verdadero ambiente de ópera.
Una asombrosa quinta, recientemente abierta al público y que merece la pena visitar por su originalidad. Construido a principios del siglo XX en la más pura tradición romántica, es fruto de la imaginación de dos hombres, su propietario (Carvalho Monteiro, un hombre de inmensa cultura que hizo fortuna en Brasil) y un italiano (Luigi Manini, el mismo arquitecto que construyó el hotel-palacio de Buçaco), que permitieron la confluencia "revivalista" de géneros artísticos tan dispares como el gótico, el manuelino y el renacentista.
Podrá visitar los jardines, el Palacio de los Millones, verdadera residencia filosófica de inspiración alquímica, el fabuloso parque exótico y la Capilla de la Santísima Trinidad, que da acceso a la cripta. Dentro de la quinta, un grupo de torres domina unas magníficas vistas panorámicas; además, pequeños pabellones con encanto y numerosas terrazas invitan a la contemplación. Sin embargo, el punto culminante de la visita es el descenso, a través de una enorme escalera de caracol, a las profundidades del imponente pozo. En el fondo, con los pies apoyados en una estrella de ocho puntas, se tiene la impresión de estar inmerso en las entrañas de la Tierra. ¡Místico! Después, sólo queda cruzar las cuevas y los laberintos para llegar a la luz. Un auténtico decorado de ópera, en el que todo es deliberado y nada ha sido diseñado por casualidad Desde 2019: posibilidad de visitar en realidad aumentada a través de una aplicación.
Par contre prévoyez un temps assez important de visite de façon à pouvoir voir les coins et recoins de cette quinta.
Allez bonne visite. Vous en sortirez ébahi.
Même si le palais et sa chapelle mérite une visite, c'est surtout le jardin qui offre de multiples découvertes.
Un endroit à la fois magique et ésotérique, avec ses puits, ses cachettes, ses souterrains où pour découvrir une cascade il vous faudra franchir un gué.
Une visite très originale, un seul bémol, il n'est pas facile de trouver une place de stationnement à proximité, le mieux est de laisser son véhicule un peu plus loin et de rejoindre l'entrée à pied.