MUSEO NACIONAL DE HUNGRÍA (MAGYAR NEMZETI MÚZEUM)
Construido entre 1837 y 1846 según el diseño de Mihály Pollack, este palacio neoclásico debe mucho a los tesoros acumulados por Ferenc Széchenyi, un gran coleccionista. En 1848, la institución se convirtió en un punto de encuentro para el levantamiento del 15 de marzo contra los Habsburgo. El joven revolucionario Sándor Petőfi pronunció allí un discurso. Una visita al Museo Nacional es una excelente manera de conocer la historia de Hungría. La exposición permanente del museo presenta un rico lapidario romano en el sótano, que revela las pepitas de Panonia. En la planta baja, una puerta da acceso a la sala reservada a la toga de coronación. Esta casulla de seda bizantina data de 1031 y representa la coronación de San Esteban y su esposa Gisela. Lo llevaban todos los gobernantes húngaros al ser entronizados a partir del siglo XIII. En el entresuelo, el visitante se traslada desde la prehistoria hasta la llegada de las primeras tribus magiares. A continuación, en la primera planta, 28 salas permiten recorrer diez siglos de historia húngara, desde la dinastía arpádica hasta la Edad Media, pasando por la ocupación otomana (1541-1686) y la liberación por Ferenc Rákóczi, héroe de la guerra contra los Habsburgo (1703-1711). En 1867, Viena cedió a las demandas magiares. El periodo de prosperidad que siguió llegó a su fin con la Primera Guerra Mundial y el Tratado de Trianon. En 1989, tras más de cuatro décadas de régimen comunista, Hungría recuperó su soberanía y la democracia.
C'est intéressant à visiter mais le côté rébarbatif nuit à la visite...
Splendide mosaïque romaine et la couronne gardée en "chambre noire" est magnifique.