RUINAS DE LA CIUDAD MINERA DE ROUSSOLAKOS
Un notable yacimiento arqueológico entre los olivares y la hermosa playa de Hiona.
Encajado entre los olivares y la hermosa playa de Hiona, el yacimiento de Roussolakos revela los cimientos de una antigua ciudad minoica que se habría extendido por la zona en el periodo postminoico (alrededor del 1700 a.C.), pero algunas de las tumbas encontradas allí atestiguan la ocupación humana en el primer y segundo periodo minoico. El sitio puede haber sido abandonado y luego reinvertido. A partir de los huesos, se pudo establecer la altura aproximada de los minoicos: 1,60 m para los hombres y 1,50 m para las mujeres.
El plano de la ciudad se basa en una arteria central de la que parten 4 calles perpendiculares que dividen la ciudad en 9 sectores. Las fachadas de las casas a lo largo de la calle central eran más imponentes que en las otras calles. Los objetos más importantes encontrados en Roussolakos son, además de las habituales ánforas o lámparas de aceite, una prensa de uva y, sobre todo, una placa grabada con el himno a Zeus Diceano. Este himno a la paz y a la vida, que ahora reposa en el Museo Arqueológico de Heraclión, es quizá el primer himno dedicado a un dios en toda la Antigüedad. Por último, también se excavó en el yacimiento una magnífica estatuilla de oro y marfil, visible en el museo de Sitia, que representa a un dios o a un atleta.
En Roussolakos, la vida desapareció repentinamente con la erupción del volcán de Santorini (alrededor de 1645 a.C.). Las investigaciones continúan y hay indicios de que una "radiografía del yacimiento" podría revelar el quinto palacio minoico de Creta.