MUSEO ARQUEOLÓGICO

Fundado a finales del siglo XIX, el actual museo se construyó entre 1933 y 1952 según los planos del arquitecto P. Karantinos en el lugar de las ruinas del monasterio veneciano de San Francisco, que fue destruido por un terremoto en 1856 (los restos pueden verse en el jardín del museo). Mucho más tarde, entre 2001 y 2014 se emprendieron trabajos de extensión. Las actuales exposiciones cubren un período cronológico desde el Neolítico (7000 a.C.) hasta el final del período romano (siglo III d.C.). Las colecciones expuestas son el resultado de antiguas excavaciones, pero también de otras más recientes con piezas inéditas de los yacimientos de Knossos, pero también de los de Poros, Gouves, Galatas, Malia, Mochlos, Archanes... La exposición está organizada en orden cronológico y temático, lo que hace que la visita sea muy fácil, incluyendo los siguientes pasos:

En la planta baja. Frente a la entrada, la primera sala contiene las colecciones del neolítico cretense y del majestuoso período minoico. Es aquí donde se exhiben las piezas más destacadas y emblemáticas del arte minoico: disco de Phaistos, diosa con serpientes de Knossos, colgante de oro de las abejas de Malia, rhyton en forma de cabeza de toro de Knossos, sarcófago de Agia Triada... A la derecha en los pasillos, frente a la tienda del museo y en otra sala, las esculturas muestran obras que abarcan los períodos Arcaico, Clásico, Helenístico y Romano (desde el siglo VII a.C. hasta el siglo III d.C.).

Escaparate 51. Fechado muy probablemente en el siglo XVII A.C., el disco de Phaistos es uno de los mayores enigmas de la historia universal. Descubierto en 1908 por el arqueólogo Luigi Pernier durante las excavaciones del palacio minoico de Phaistos, el propósito de su creación es todavía desconocido hoy en día ya que permanece indescifrable. Es una fuente escrita única del jeroglífico minoico. Es un disco de arcilla cocida con un diámetro de 0,16 m y está inscrito en ambos lados. El disco probablemente data del siglo XVII a.C. y, afortunadamente, ha sido descubierto intacto. A ambos lados hay 45 símbolos que, siguiendo un orden espiral desde el exterior hacia el centro, se repiten en palabras, separados entre sí por líneas verticales grabadas en el soporte de terracota con un punzón. Según los arqueólogos, los símbolos fueron grabados en el disco usando sellos, lo que permite considerar este disco como la primera evidencia de una práctica de impresión en un soporte.

Vitrina 54. Se exhiben varias estanterías de los estantes A y B que dan información sobre los hábitos alimenticios de los minoicos: higos, caracoles, pescado, verduras y frutas, posiblemente miel, carne de vacuno, ovejas y cabras, eran algunos de los artículos de su dieta.

Vitrina 63: El Saltador del Toro o El Acróbata de Creta. Maravillosa escultura en marfil, de una estética excepcional ya que el artista logró representar el salto de toro en completa y libre rotación en tres dimensiones. La figurita fue encontrada en Knossos.

Vitrina 70. Aquí se puede admirar la escultura de piedra que representa la cabeza de un toro encontrada durante las excavaciones en el Pequeño Palacio de Knossos (1600-1400 a.C.). Una obra maestra que testifica la finura del arte minoico. Las características del animal son de una precisión poco común. Es un objeto utilizado para realizar una libación, como lo demuestra la abertura detrás del cuello del toro que conduce al hocico.

Vitrina 83: Las diosas serpientes (1600 a.C.). Figuras de barro descubiertas en Knossos y pertenecientes a los objetos de culto más importantes del lugar. Las serpientes simbolizan las fuerzas chthonianas mientras que el felino en la cabeza de la segunda diosa (derecha) simboliza la dominación sobre la vida salvaje. Los pechos descubiertos simbolizan la fertilidad.

En el primer piso. Se encuentran aquí frescos minoicos con ricas decoraciones que permiten vislumbrar las escenas de la vida, los rituales y la naturaleza de estos tiempos, objetos relacionados con los rituales religiosos encontrados en los lugares de culto (especialmente en las cuevas), así como una serie de objetos representativos de Grecia y del mundo oriental que permiten vislumbrar la evolución desde el período minoico hasta los tiempos modernos, y colecciones de los períodos griego y grecorromano (desde el siglo XI a.C. hasta el siglo IV d.C.).

Salón de los frescos. Los Rhytophoros. El fresco, un fragmento de un ritual procesional, representa un rhytophoros, es decir, una figura que sostiene un rhyto, un objeto destinado a llevar libaciones. Es una obra minoica peculiar en su creación: el rostro está dotado de sus proporciones naturales (1600-1450 a.C.).

Frescos 148 y 149. Dos fragmentos del Palacio de los Lirios de Amnissos (1600-1500 a.C.). Lo más probable es que representen un jardín enclaustrado. Testimonio excepcional de la técnica del fresco y del in cavo (fresco en relieve).

La Parisienne (1450-1350/1300 a.C.). Llamado así por el arqueólogo Evans debido al maquillaje y a los rasgos bastante pronunciados del rostro de la mujer representada, este fresco del palacio de Knossos se referiría a una sacerdotisa, según los especialistas.

El príncipe con la flor de lis o el príncipe de Knossos (1600-1450 a.C.). Representación emblemática de un fresco en relieve y dimensiones naturales.