YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE BULLA REGIA
El yacimiento de Bulla Regia sigue enterrado en sus tres cuartas partes, y ya los elementos que se han descubierto justifican realmente ir a verlos.
Prepárese para que le ofrezcan la ayuda de un guía, que no siempre es necesaria, ya que hay mapas y explicaciones en francés en el sitio. Además de la entrada, es posible que tenga que pagar un suplemento por el permiso para fotografiar.
La visita suele comenzar por los baños de Julia Memmia, con sus interesantes mosaicos; formaban parte de una rica villa patricia, que llevaba el nombre de su dueña. Aunque se puede imaginar la disposición general, el complejo está mucho menos conservado que el teatro, en el lado este, de dimensiones más bien modestas, pero con la mayoría de las gradas intactas. Se encuentra detrás de una gran plaza, cerca de un templo dedicado a Isis. Volviendo a la parte occidental, por encima de los baños, se inicia el circuito hacia el norte, y se pasa por las ruinas de edificios de varias épocas: una pequeña fortaleza bizantina, dos basílicas cristianas del periodo intermedio (siglosV-VI).
Es en la necrópolis donde descubrimos la parte más original del sitio: las villas subterráneas, construidas por los romanos, no para protegerse, sino para aprovechar el frescor de la tierra. Hay que visitar tres villas: la Casa de la Caza, cuyo atrio al aire libre, muy bien conservado, cuenta con una galería de columnatas que conducen a las salas y cámaras subterráneas donde se han descubierto magníficos mosaicos; la Casa de Anfítrite, la más septentrional, también notable por la calidad de la conservación de sus mosaicos, y la Casa de la Pesca, al este, más modesta y en relativo buen estado. Los tres edificios son testigos del genio de los ingenieros arquitectónicos romanos, que supieron aprovechar al máximo el espacio y los materiales, perfeccionando la ventilación y el soporte, como demuestra la bóveda de arista de la Casa de la Caza.
El centro del pueblo estaba situado al este, hacia el teatro. Incluía el foro, el capitolio, del que no queda nada, y un templo dedicado a Apolo. Se sale por el teatro y los baños. Frente a la entrada, un pequeño museo reúne en dos salas algunas obras de arte, esculturas, monedas y una tumba. Desgraciadamente, como ocurre con muchos yacimientos arqueológicos, las piezas más raras, especialmente las esculturas, han sido trasladadas al Museo del Bardo de Túnez.