ESSARAYA

Un verdadero palacio que tiene cuatro siglos de antigüedad y que recibe a todos los distinguidos huéspedes, empresarios y políticos que quieren mostrar los esplendores de la capital. El escenario es tal que uno pasa casi más tiempo observando el lugar que disfrutando de su plato. La cocina se basa en la tradición y el refinamiento. Por la noche, el ambiente es increíble: un hombre en un jebba, con una linterna en la mano, recoge a los visitantes delante del Ministerio de Defensa para guiarlos al restaurante. Es una sensación de estar inmerso en una novela policial de época.