JARDÍN BOTÁNICO DE XIAMEN

De visita obligada en la ciudad, el Jardín Botánico de Xiamen, también conocido como Jardín Botánico de Wanshi, es un auténtico pulmón verde en el corazón de la megalópolis. Situado a los pies del monte Wanshi, en el distrito de Siming, ocupa unas 493 hectáreas y alberga más de 9.000 especies de plantas tropicales y subtropicales. Montañoso e inmenso, comprende varios jardines temáticos, como el Jardín de Suculentas, el Jardín de Cactus, el Jardín de Palmeras y el Jardín de Bambú. También está el lago Wanshi, un apacible entorno ideal para un descanso, así como una variedad de senderos para paseos cortos o largos.

Para explorar el jardín, hay varias paradas internas de autobús, que unen la Puerta Oeste con la Puerta Sur y comunican varios puntos clave del parque (los nombres de las paradas se indican en el billete). Los autobuses lanzadera circulan entre las 8.00 y las 17.00 horas y salen cada 20 minutos (5 RMB ida, 10 RMB vuelta). Se recomienda entrar por la Puerta Oeste y salir por la Puerta Sur, para aprovechar al máximo el Sendero de las Vistas al Mar, una reciente pasarela aérea que ofrece una espléndida vista del parque, la ciudad y el mar al fondo. Tras este paseo panorámico, seis escaleras mecánicas permiten descender sin esfuerzo, un típico toque turístico chino que viene muy bien con el calor sofocante

El Jardín Botánico es también un lugar cargado de historia y lleno de curiosidades fascinantes. Una de las anécdotas más interesantes es que el 10 de febrero de 1984, el líder chino Deng Xiaoping plantó un alcanforero en la zona de césped de Araucaria, símbolo de la importancia nacional del jardín. Desde entonces, este árbol se ha convertido en un auténtico emblema del parque, atrayendo a muchos visitantes que acuden en masa para capturar el momento en fotografías. El jardín también alberga una rara especie de bambú cuadrado en su vasto bosque de bambúes, así como nenúfares gigantes lo suficientemente fuertes como para soportar el peso de un niño, que se suman a la riqueza botánica y visual del lugar.

La experiencia puede adaptarse al tiempo de que disponga: puede recorrer el parque en menos de 2 horas o dedicarle un día entero. Es el oasis perfecto para escapar del ajetreo de la ciudad y descubrir una biodiversidad fascinante en plena naturaleza, sin dejar de estar cerca de lugares emblemáticos de la ciudad como el templo de Nanputuo y la universidad.