DESCENSO DEL RÍO DE NUEVE MEANDROS
El descenso discurre entre cumbres escarpadas, monasterios y un jardín imperial repleto de plantaciones de té...
Descender el río de los Nueve Meandros (Jiuqu Xi) en el Parque Nacional de Wuyishan es una experiencia hermosa y relajante. A bordo de grandes balsas de bambú, con capacidad para 6 personas y dirigidas por dos saltadores de pértiga, puede dejarse llevar por el agua, entre majestuosos acantilados, serpenteantes meandros, frondosos bosques y playas de guijarros. Los ocasionales avistamientos de pescadores artesanales y de aves que sobrevuelan la zona contribuyen a crear un ambiente apacible. En la segunda curva, se llega a la cima de la Mujer de Jade, cuya leyenda habla de una princesa celestial que se enamoró de un simple jornalero y fue transformada en roca junto a su amado, separados para siempre. El único consuelo es que pueden verse a través de los reflejos del agua y de una terraza con espejos. A los turistas, principalmente chinos, les encanta dar de comer a los peces, divertidos por la forma en que saltan y agitan el agua. Pero lo que realmente llama la atención es una cavidad encaramada en uno de los acantilados: un ataúd suspendido que data de las dinastías Shang y Zhou, con 3.750 años de antigüedad y uno de los más antiguos del país. Impactante testimonio de antiguos ritos funerarios, añade un toque místico al recorrido.
El descenso de hora y media termina en el Palacio Wuyi, dejando tras de sí la imagen de un escenario grandioso y atemporal. Una experiencia muy agradable para disfrutar durante la visita al parque, con un paisaje que parece congelado en el tiempo.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre DESCENSO DEL RÍO DE NUEVE MEANDROS
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