PORTO FLAVIA
2 galerías superpuestas en los acantilados con una vista impresionante sobre el mar azul
La minería en Masua comenzó a mediados del siglo XIX. El subsuelo es rico en plomo y zinc y la explotación minera va bien. A finales de siglo, 700 personas trabajaban aquí. En las colinas circundantes se desarrolló un pueblo minero, con una escuela, un hospital, tiendas y una iglesia. Masua tiene un gran problema en su configuración: la falta de un puerto que permita el atraque de grandes barcos. Los pequeños barcos de vela se cargaban a mano y luego zarpaban hacia Carloforte. En 1922, el ingeniero Cesare Vecelli vio el final del túnel. Tenía dos galerías superpuestas excavadas en los acantilados hasta el mar. La galería superior albergaba silos capaces de almacenar 10.000 toneladas de mineral. La galería inferior estaba equipada con una cinta transportadora que llevaba el mineral hasta una grúa que colocaba las cargas en los cargueros. Ahora los barcos que abastecen a las fundiciones europeas pueden venir directamente a la fuente. El recorrido, realmente fascinante, de una hora de duración, se realiza a lo largo de un sendero subterráneo de 600 metros que conduce directamente al acantilado, ofreciendo una vista impresionante de la roca de Pan di Zucchero y del mar azul. ¡Impresionante! Los aficionados a la historia de la minería pueden continuar en el pueblo visitando el Museo de Máquinas, que exhibe unos 60 monstruos metálicos, así como herramientas y equipos especializados. Porto Flavia es un homenaje al genio humano del ingeniero Vecelli, no al periodo fascista.