Abierto todos los días de 9 a 20 h. 380 Kč, reducido 290 Kč. Audioguías (depósito de 200 Kč).
Opción: texto del museo 100% traducido al español disponible mediante un depósito de 200CZK.
El museo se centra en el régimen totalitario desde el golpe de febrero de 1948 hasta su rápido colapso en noviembre de 1989. El tema del museo es "comunismo: el sueño, la realidad y la pesadilla", y los visitantes serán invitados a una experiencia totalmente inmersiva. Una fábrica, un aula histórica, una sala de interrogatorios o videoclips de nuestra "Televisión Máquina del Tiempo" forman parte de la experiencia. El museo es una excelente introducción antes de retroceder en el tiempo para descubrir las maravillas de la Ciudad Dorada.
Es el primer museo de Praga (desde la Revolución de Terciopelo) dedicado exclusivamente a un sistema creado en la antigua Unión Soviética. En las tres salas principales se exponen piezas originales y cuidadas instalaciones con objetos auténticos (consulte la visita virtual).
El Museo presenta un vívido relato del comunismo, centrándose en general en Checoslovaquia y en particular en Praga, en una variedad de áreas, tales como:
-Vida cotidiana
-Política
-Historia
-Deporte
-Economía
- Educación
-Las "artes" (como el llamado movimiento del realismo socialista)
-Medios de propaganda
-Milicias populares
-El ejército
-Policía (incluido el temido aparato secreto STB)
-Censura
-Instituciones judiciales y coercitivas (incluidos los juicios estalinistas y la política de campos de trabajo)
El Museo del Comunismo se creó para la exposición e interpretación de objetos y documentos históricos. Se presenta como un relato histórico autorizado de este fenómeno del siglo XX. Sin embargo, los organizadores no pretenden en modo alguno que sirva de filtro para las cuestiones políticas contemporáneas de la República Checa.
A part le documentaire sur le printemps de Prague dans la dernière salle avant de sortir qui est lui, très intéressant. Le musée aurait dû être entièrement fait de ce genre de reportage vivant qui effectivement, nous fait réaliser que tout ceci s'est passé très récemment, il y a une trentaine d'années.
L'accueil est, quant à lui, très bon mais le prix est excessif pour ce qu'il y a à voir.
Ce musée permet d'activer ce devoir de mémoire et de se rendre compte de l'omniprésence Soviétique durant toutes les années d'après seconde guerre mondiale jusqu'à la chute du mur en 89.
Un musée très bien réalisé avec de nombreux objets d'époques.
A faire pour mieux comprendre l'histoire des Tchèques!