Qué ver y hacer Gouvia

¿Cómo describir un lugar tan auténtico?

En primer lugar, por su historia: la del Dr. Kavvadia, cirujano ortopédico, que cultivaba este lugar como un pequeño jardín secreto, cuidando sus olivos de una especie local llamada "Lianelia" con la certeza de que desarrollarían virtudes curativas en respuesta a sus buenos tratamientos. Una fuerza del pensamiento convertida en milagro de la naturaleza, ya que el aceite de oliva que hoy se produce en este olivar, además de ser excelente, tiene propiedades antioxidantes.

Luego está el duro trabajo del nieto del doctor, Apostolos, un tipo bonachón y apasionado, que ha tomado el relevo. El abuelo fue un pionero en su época, utilizando sin saberlo la permacultura y la agricultura sostenible. El nieto ha certificado su explotación como ecológica y continúa la tradición familiar cuidando con esmero estos árboles centenarios.

Así que no es de extrañar que el aceite de oliva producido por el Dr. Kavvadia y su nieto haya ganado numerosos premios y galardones. Este compromiso con el trabajo bien hecho se refleja en las etiquetas, que se escriben a mano y se numeran más de 4.000 veces por tirada de producción Es un trabajo fascinante con un resultado único, y el humilde propietario del local estará encantado de enseñarle la granja.

La visita merece la pena En una hora y media, aprenderá todo sobre el proceso de extracción del aceite de oliva, la permacultura y el compostaje, en un entorno bucólico y encantador.

La visita termina con una degustación de los dos tipos de aceite que se producen aquí y verduras ecológicas de la huerta en forma de mezze.

Una buena manera de recompensar todos los esfuerzos realizados por Apostolos y su familia es pasarse por la tienda y llevarse un poco de este líquido dorado, producido a conciencia bajo el sol de las islas Jónicas, con un amor a la tierra y una tradición que imponen respeto.

Creemos que es una de las cosas que hay que probar en Corfú

Imponentes vestigios de un astillero construido por los venecianos cuando dominaban la isla. El arsenal estaba construido a orillas del agua y la bahía servía de puerto. Las paredes y las columnas están prácticamente intactas. También encontramos restos de la ciudad del siglo XVIII. El uso del arsenal finalizó en 1798, cuando se firmó el Tratado para poner fin a la República de Venecia.