ACROPOLE
Acrópolis que domina Lindos con vistas al mar, y el templo de Atenea en su punto más alto.
Domina la ciudad desde una altura de 115 m, protegida por las imponentes murallas construidas por los cruzados sobre la base de las fortificaciones bizantinas. Entre 1902 y 1905, las excavaciones de la Escuela de Arqueología danesa revelaron herramientas neolíticas, figurillas del siglo VIII a.C. y una placa grabada por un sacerdote de Atenea en el año 99 a.C., en la que se enumeran los personajes ilustres que habían visitado el templo, como Hércules, Helena de Troya, Menelao y Alejandro Magno. Los italianos se hicieron cargo de las excavaciones durante la ocupación italiana y llevaron a cabo las restauraciones (a veces no muy fieles) a un ritmo rápido. El templo de Atenea está situado en el punto más alto de la acrópolis. Es uno de los pocos templos antiguos que aún conserva sus muros interiores y la columnata lateral. Observe el imponente arco dórico con trece columnas, las ruinas del antiguo teatro y una cueva-santuario de Atenea, lugar de misteriosos sacrificios. Al bajar, verá la proa de un barco tallada en la roca, que sirvió de base para una estatua que ha desaparecido. Se dice que esta escultura (principios del siglo II a.C.) fue una obra maestra del maestro Pitocrito, a quien se atribuye la famosa estatua alada, La Victoria de Samotracia, expuesta en el Louvre. Desde este lugar único, la vista del mar y del pueblo blanco es magnífica y es comprensible que fuera un lugar estratégico para los distintos ocupantes de la isla. Se accede a ella por dos senderos: llevar sombreros y agua para la subida bajo el sol.
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Opiniones de los miembros sobre ACROPOLE
le départ des ruelles est génial
Pas de possibilité de parking à l'entrée du village. Un petit parking au milieu de la descente est vite rempli. De grands parkings se trouvent en haut, le long de la route principale, mais cela rallonge encore la marche à effectuer.
Evitez d'utiliser les ânes, les pauvres bêtes souffrent de conditions d'exploitation pas toujours très enviables.
Mettez plutôt de bonnes chaussures pour ne pas glisser dans les ruelles pavées de galets qu'il faut arpenter.
Une fois le village traversé, il reste encore un chemin également glissant à gravir avant d'arriver à l'entrée.
Le prix d'entrée est le plus élevé de l'île : 12 euros.
Il faut compter 2 bonnes heures pour visiter le site et profiter des panoramas à 360 ° sur les calas en contrebas et le village tout blanc. Peu d'ombre : emportez eau et chapeau !
Il y a énormément de panneaux explicatifs pour ceux qui comprennent l'anglais.
En redescendant vous pourrez profiter des boutiques à touriste et des nombreuses terrasses pour siroter.