BODEGA DE CHRISSOSPILIA
Cueva en un acantilado que consta de dos habitaciones con cisternas romanas.
En el momento de nuestro último estudio, esta bodega seguía cerrada a los visitantes porque se están llevando a cabo investigaciones arqueológicas. Aunque todavía no es seguro que vuelva a abrirse, su historia sigue siendo fascinante. Esculpida en el acantilado que domina la iglesia de Panaghia, a unos 30 metros sobre el nivel del mar, la bodega de Chrissospilia es de acceso extremadamente difícil y peligroso. Para llegar a ella, hay que descender en rappel por un acantilado ventoso durante unos cientos de metros o subir 30 metros desde el mar, llegando en barco. En cualquier caso, ¡los secretos de esta bodega están bien guardados por los elementos!
Y es que la cueva de Chrissospilia sigue siendo un enigma para los investigadores. Desde el punto de vista espeleológico, la cueva consta de dos cámaras conectadas por un estrecho pasadizo. El techo de la segunda cámara está salpicado de impresionantes estalactitas. Pero la cueva también tiene interés arqueológico: en la primera cámara se han encontrado cisternas romanas y las paredes están cubiertas con unos 400 nombres de hombres jóvenes, firmas que datan del siglo IV a.C. Según los arqueólogos, la cueva se utilizaba como rito de paso a la edad adulta para jóvenes adolescentes de toda Grecia, incluida Atenas. El peligroso acceso habría sido una prueba de su valentía y fuerza física. En su interior, rituales y orgías sancionaban su entrada en la vida adulta.