CIUDAD VIEJA
Este fascinante casco antiguo se parece al Mont-Saint-Michel, y las pequeñas calles empedradas que serpentean a través de la frescura de los ladrillos y las tiendas le convencerán. Se entra a través de una especie de pasaje arqueado que se precipita en un callejón pavimentado, en medio de esta fantástica roca que se levanta de las olas, Monemvassia alberga una pequeña ciudad medieval intacta, una de las más bellas de Europa. Se siente como estar en el fin del mundo, especialmente cuando el mar es golpeado por el viento omnipresente. Los pequeños comercios turísticos aparecen por todos lados. Las muchas casas estrechas entre las que se navega datan de la dominación turca, así como la muralla construida en el siglo XV. Continuando recto, se llega a la plaza central donde se encuentra la hermosa iglesia de Helkomenos. Fue construida sobre una iglesia bizantina de la que se conservan algunos restos. Para admirar la iglesia de Aghia Sofia, emblemática de la ciudadela, es necesaria una pequeña subida desde la plaza central. No hay ningún camino que conduzca a ella, pero si te desvías por las callejuelas frente al mar, sólo tienes que escalar al azar por el laberinto de calles estrechas. Esta parte de la subida es un punto culminante de la caminata. La iglesia, que se puede visitar, se alza sobre un acantilado. Fundada en el siglo XII y dotada de una gran cúpula redonda, conserva algunos frescos dañados desde la ocupación otomana. Al salir de la iglesia, no se pierda la extraordinaria vista al mar y al casco antiguo.