AREÓPAGO Y EL PNYX

El Areópago. El lugar más importante de la democracia ateniense, es un gran bloque de mármol ocupado por la alta instancia jurídica que juzgaba a los dioses, a los héroes y a los hombres acusados de asesinato. En la cima de la colina que tomó el nombre de los jueces, había también la piedra del ultraje, lugar para el acusado, y la piedra del resentimiento, lugar del acusador. San Pablo se dirigió a los atenienses por primera vez en el 54 d. C. desde esta colina.

La colina de Pnyx. Aquí se reunía la asamblea del pueblo y se llevaban a cabo las votaciones, a mano alzada. Todavía se ven las tribunas de los oradores. Más abajo, Atenas se extiende a ambos lados y enfrente se levanta la Acrópolis. Hoy en día, esta colina verde, tapizada de olivos y muy poco frecuentada, es un remanso de tranquilidad y permite un agradable paseo.

La colina de las Musas o colina de Filopapos posee un monumento funerario dedicado a un benefactor romano de la ciudad, del mismo nombre. Alrededor, el parque de Filopapos es un oasis de vegetación y frescor. No dude en perderse en sus profundidades por los caminos de tierra que lo recorren.

No lejos, la colina de las Ninfas tiene en su cima un bonito observatorio de arquitectura neoclásica, que data del siglo XIX.