Restaurantes cocina mediterránea Atenas

En el corazón de Gazi, este establecimiento es muy popular entre la población local, especialmente entre los jóvenes, gracias a sus mezzedes y a su ambiente relajado y acogedor. Es pintoresco y familiar. El patio interior, donde se alinean las coloridas mesas, es un pequeño oasis alejado del ruido del barrio. Pero el interior tampoco está mal, sobre todo con sus bonitas pinturas murales en las escaleras y en el piso de arriba. Entre los platos que se ofrecen se encuentran la patata rellena y la ensalada Gazohori. La calidad del raki y del rakomelo es muy buena.

A pocos pasos de la plaza Gazi, en un callejón que conserva el encanto de la antigua Atenas, el chef con estrella K. Alexopoulos ofrece una cocina gourmet inspirada en los sabores griegos, españoles y latinoamericanos. Ubicado en una casa típica del siglo pasado, esta "gastrotaverna" le sorprenderá, entre otras cosas, con lubina con cítricos, cerdo negro con puerros a la brasa, tartar servido sobre hueso de tuétano o tarta de queso vasca. La factura es alta, pero la relación calidad-precio es innegable. El menú varía según la temporada.

Una taberna, establecida desde 1967 en el corazón de la plaza de Psiri, reconocida por la calidad de su comida a la parrilla y casera. Al principio, su clientela se limitaba a los artesanos que vivían en esta parte tradicional de Atenas, pero pronto se convirtió en un lugar inusual para el almuerzo dominical de los lugareños. En la terraza, en la calle peatonal o en la acera a lo largo del patio de la iglesia, se puede disfrutar de la comida sin ser molestado. Entre los platos: hígado de ternera a la parrilla, queso frito, soutzoukakia... y patatas fritas caseras.

Situada en el corazón del barrio de Kolonaki y a un paso de la estación de metro Evangelismos, en la planta baja de un edificio burgués de los años 60, esta pequeña taberna ofrece platos de estilo familiar que desafían a los bistrós y restaurantes elegantes del barrio. La gente acude aquí por sus albóndigas, la soutzoukakia (los grandes clásicos), la musaca o el cerdo cocido a fuego lento en salsa de limón con puerros y apio. También hay platos para vegetarianos. Menú variable. Excelente relación calidad-precio. Para llevar o comer.

El éxito de este mezzedopoleio, desde su apertura en 2012, se debe a la creatividad de sus cocineros y a la calidad de la materia prima. Podrá disfrutar de deliciosos platos de la cocina gastronómica tradicional griega, revisados y enriquecidos con un sutil toque de modernidad y originalidad. Un lugar donde se puede disfrutar de una buena comida, con una honesta relación calidad-precio. La frescura de las ensaladas ofrecidas y la imaginación con la que se mezclan los ingredientes tradicionales griegos le sorprenderán. Se recomienda encarecidamente reservar.

La taberna Diporto es sobre todo un viaje en el tiempo y en la autenticidad. La taberna de los "malditos" del pasado, frecuentada por los poetas del periodo de entreguerras, ha reabierto sus puertas para deleite de los atenienses que aprecian los verdaderos valores de la vida. La comida es tradicional pero deliciosa, y el vino de la casa es excelente. En verano, unas mesas bajo las buganvillas prometen un momento encantador. Es una dirección de culto y una visita obligadapara descubrir la auténtica cara de Atenas.

Ubicado en una casa típica de Plaka con 400 años de historia, este café-restaurante es un punto de encuentro para los atenienses, especialmente durante el almuerzo del domingo. El establecimiento, perfectamente restaurado y funcional, conserva el ambiente de la Plaka de antaño sin ceder a la caricatura y sin comprometer la calidad de la comida ofrecida. En invierno, la chimenea promete momentos de convivencia en la sala interior, mientras que en temporada puede sentarse en el pequeño callejón frente al restaurante. Una dirección que merece una visita.

Feyrouz es en esencia una expresión matriarcal. De inspiración libanesa e influencia mediterránea, el restaurante sirve platos tradicionales libaneses con un toque especial. Elegante y refinado, el restaurante, que tiene otro en Salónica, lleva el nombre de la famosa diva libanesa Fairouz. Sorprendentemente, se dice que el abuelo músico de la propietaria, también llamado Feyrouz, tocó en su día con la cantante. El restaurante es, por tanto, una gran historia femenina, y está dirigido por una chef de talento.