PARED DE PIEDRA (STONSKE ZIDINE)
La mayor muralla de Europa que une Ston con Mali Ston, que servía de protección contra la amenaza otomana, es ahora una pista de atletismo.
En 1357, cuando la República de Dubrovnik reclamó la península de Pelješac, se construyó una muralla entre Ston y Mali Ston para protegerse de la amenaza otomana. Su función principal era proteger el mar en torno a las valiosas salinas. Para este proyecto se emplearon los arquitectos más talentosos, entre ellos Onofrio de Nápoles. La muralla se terminó en el siglo XV. Esta muralla, que trepa por la montaña, se amplió con una torre maciza (Veli Kikaštio), un bastión terminado en 1489, completando un complejo sistema defensivo con 40 torres y 5 fuertes en total, el único del país que ha sobrevivido a las vicisitudes de la historia.
Las ciudades de Mali Ston y Ston se construyeron tras la finalización de la muralla para albergar a los guardias de la fortificación y a los trabajadores de la sal. Esta obra titánica impone respeto Este sistema de fortificaciones es el más largo de Europa, con casi 5,5 km, de los cuales más de 4 km son accesibles gracias a importantes obras de renovación. En el tramo más largo que une los dos pueblos, la subida puede ser bastante dura, sobre todo durante los primeros 20 minutos, y los escalones son altos. Pero la vista desde la cima es magnífica La ruta más corta es por Ston. Lleve agua y un sombrero, ya que no hay sombra. Actualmente, en septiembre, se celebra aquí una carrera pedestre, abierta a todos, que atrae a un gran número de participantes.
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Opiniones de los miembros sobre PARED DE PIEDRA (STONSKE ZIDINE)
Le village de Ston est victime de sa réputation grandissante. Nous l'avions visité quand il était encore peu connu et il était tranquille et très joli. Je me rappelle les grappes de fleurs qui dégringolaient des murs, le son d'un violon par une fenêtre ouverte, la tranquillité...Quelques années plus tard, il avait un peu perdu de son authenticité, gagné des restaurants dans les jolies ruelles , des marchands de souvenirs sur les places...et un parking payant jalousement surveillé à l'entrée du village. Il vaut mieux garer plus loin et un peu marcher...
Toutefois elle impressionne, et contrairement à Dubrovnik cela grimpe vraiment, mieux vaut s'armer de bonnes chaussures. Je pense que le panorama vaut le détour.
Un peu compliqué au début quand on est soumis au vertige mais quelle récompense arrivé en haut.
On peut accéder des 2 côtés et redescendre au pied de la ville par les marchés.