BEYMELEK TAS EVLER

Este albergue, bastante rústico y construido en piedra, tiene más de 100 años. Ha sido renovado y está situado en plena naturaleza pero cerca de las antiguas ruinas de la ciudad de Myra, con su magnífico anfiteatro y necrópolis. Las habitaciones son modestas pero limpias. Hay wifi. El desayuno y las comidas son excelentes, además de ser gigantescos. Los productos se cultivan localmente. Uno pensaría que está en una granja de agroturismo. Gracias a la amabilidad de sus anfitriones, se sentirá como en casa mientras se sumerge en la cultura local.