PARQUE DE LA CIUTADELLA
Parque ideal para las plantas tropicales que alberga las colecciones del Museo de Ciencias Naturales
En 1715, Felipe V decidió construir una ciudadela para cerrar y controlar la ciudad. Esta decisión de reprimir a los catalanes se explica por su larga resistencia al asedio de Felipe V. También cerró universidades para expulsar a los intelectuales y prohibió la expansión de la ciudad para aumentar su población. La construcción de la alcazaba condujo a la demolición de más de mil viviendas en el barrio de la Ribera. Odiada por los barceloneses, la ciudadela fue finalmente destruida en el siglo XIX. Entre sus raros restos, el antiguo arsenal ha sido la sede del Parlamento de Cataluña desde 1932. El arquitecto Josep Fontserè diseñó un parque de 17 hectáreas con un lago artificial para navegar. Inspirado en el Jardín de las Plantas de París, construyó el Museu Martorell (1882) para albergar las colecciones del Museo de Ciencias Naturales (actualmente expuesto en el Museu Blau), así como el Umbracle (1883) para albergar plantas tropicales. El joven Antoni Gaudí participó en la construcción de una monumental cascada. El parque fue inaugurado en 1881 y pocos años después acogió la Exposición Universal de 1888. De esta época datan varios edificios modernistas, como el Castell dels Tres Dragons de Lluís Domènech i Montaner (antiguo Museo de Zoología), el Hivernáculo de Josep Amargós, y el monumental Arc de Triomf, inspirado en el neomudéjar. El terreno que quedó libre después de la exposición permitió la creación del Zoo de Barcelona en 1892.
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