VÍA MACHAME

Es, sin duda alguna, la más bonita de todas. Conocida como la Ruta Whisky, es la que toman los senderistas que buscan aclimatarse, que no dudan en dormir en tiendas de campaña y que desean evitar la afluencia constante del sendero convencional de Marangu. La vuelta por un camino distinto del que se usa para el ascenso aumenta aún más la diversidad de paisajes, con frecuencia espectaculares: bosque ecuatorial muy denso donde se enmarañan las lianas; heveas y árboles gigantes donde viven monos azules, monos colobos de larga cola blanca, diversos antílopes y aves multicolores; brezales de altura con hierbas altas, senecios gigantes y lobelias que sobrevuelan varias especies de rapaces, entre las que se encuentra el águila coronada; por último, desiertos de gran altura dominados por los glaciares y las nieves eternas.

Día 1. Machame – Machame Hut. 10 km y 1.200 m de desnivel. Desde el acceso al Parque Nacional, situado en la parte alta del pueblo chagga de Machame (a 1.700 m), el camino es bastante empinado y recorre una cresta cubierta por una selva densa que enseguida da paso a las altas hierbas y a los brezos gigantes. El campamento se asienta, tras 4 a 5 horas andando, en Machame Hut, a 3.050 m, y de refugio sólo tiene el nombre. Desde este punto hay unas vistas fantásticas al Kibo cuando el cielo está despejado.

Día 2. Machame Hut – Shira Hut. 6 km y 840 m de desnivel. Tras atravesar una corriente de agua, el camino trepa a través de la sabana. Luego el paisaje cambia: una serie de arroyos musgosos serpenteantes entre las lavas volcánicas y las cuevas, en medio de un decorado fantasmagórico de estepas de altura donde se yerguen los senecios gigantes como centinelas de un tesoro escondido. El campamento de Shira se encuentra en medio de esta alta meseta, a 3.690 m, después de 4 a 5 horas de ascenso. Algunos senderistas deciden pasar un día aquí para aclimatarse mejor y disfrutar más de la montaña. Una ruta que no cansa mucho y que resulta interesante, consiste en bordear, bajo los mandos de un guía, el corte de la meseta, muy pronunciado, desde donde las vistas son extraordinarias.

Día 3. Shira Hut – Barranco Camp. 10 km y 110 m de desnivel neto. Tras abandonar el campamento de Shira, por fin nos dirigimos al Kibo. El ascenso es suave y regular hasta el puerto de Lava Tower, situado a 4.750 m. Aquí, la gran torre de lava anaranjada nos domina, verticalmente a la gran brecha occidental del Kibo. La bajada del puerto hacia Barranco Camp nos lleva, después de 5 a 6 horas caminando, a orillas de un gigantesco cañón, el Grand Barranco. La tienda de campaña está plantada a los pies de la fantástica muralla del Barranco, a 3.950 m.

Día 4. Barranco Camp – Barafu Camp. 8 km y 650 m de ascenso. Después de la subida de la gran muralla, bastante empinada, atravesada por varios valles pequeños antes de llegar al río Karanga, último punto de agua. Fuerte ascenso a una gran meseta antes de comer. El ambiente de alta montaña es impresionante. Se atraviesan dos nuevos valles, poco profundos y luego se sube una morrena para llegar al fin al campamento de Barafu, al cabo de un día de 6 a 7 horas caminando. Esta etapa conduce a los glaciares, a 4.550 m. De hecho, Barafu quiere decir «glacial» en suajili.

Día 5. Barafu Camp – Uhuru Peak – Gilman's Point – Mweka Hut. 5 km y 1.300 m de ascenso, 18 km y 2.800 m de descenso. Salida muy temprano de madrugada (generalmente a medianoche, a veces de 1 a 2 h antes para los más lentos), para poder disfrutar del amanecer mágico al llegar a la cresta de la cumbre… El frío es muy intenso. El camino se abre paso rápidamente por las escorias, y a veces sobre la nieve aún dura (aunque esto ocurre cada vez menos), por la cresta occidental del valle que conforma la vertiente sureste del Kibo. La pendiente alcanza los pies de los glaciares Ratzel y Rebman. El entorno parece imaginario en medio de estos glaciares suspendidos. A continuación se encuentra el borde de la meseta, en el Stella Point. Al recorrer este borde hacia el oeste (a la izquierda), se llega finalmente al Uhuru Peak, tras 7 horas de esfuerzo (a veces hasta 9 o 10 horas para los más lentos o menos despiertos). Las vistas al interior concéntrico del cráter, al resto del macizo y a las regiones circundantes son fantásticas. El viento puede ser muy violento. El descenso retoma el camino del ascenso, con los pies que cada vez se vuelven más pesados en pasos gigantescos que se hunden en la ceniza y las escorias. Se llega al campamento de Barafu 3 horas más tarde. Allí está programada una parada más o menos corta, y luego hay que volver al camino del descenso durante 3 horas más por el sendero Mweka. Excepto en el caso de los rescates por tierra (con una camilla sobre una única rueda de dos enormes suspensiones), este camino es ahora de sentido único y se prohibe el ascenso. Hubo demasiados accidentes en el pasado debido a una mala aclimatación (por esta vía directa, se llegaba a la cumbre en tan sólo 3 días). Se tarda más o menos en llegar a Mweka Hut (a 3.100 m) según las distintas peripecias del día. En total, este quinto día puede alargarse durante casi ¡18 horas! También puede pedir bajar por Gillman's Point (pasando de nuevo por el Stella Point y bordeando la cresta), luego por Kibo Hut y Horombo Hut, para llegar al sendero Marangu. Pero las empresas lo aceptan cada vez menos. Y sinceramente, nadie gana con el cambio.

Día 6. Quedan 3 horas de agradable descenso a través de un magnífico bosque primario por donde se pasean los monos azules.