QASR AL-BINT

Cómo llegar. El Qasr al-Bint se encuentra al final de la calle de las Columnas, después del Arco de Adriano, a la izquierda.

Visita. En su mayor parte en ruinas, el Qasr al-Bint es, sin embargo, el único edificio que sigue en pie en Petra. Sus imponentes murallas, de 24 metros de altura y 27 de anchura, insinúan el esplendor de la ciudad en su apogeo. Se cree que se construyó durante el reinado de Aretas IV (9 a.C. - 40 d.C.), al igual que el Tesoro. Su nombre completo, Qasr al-Bint Fa'run, significa en árabe "Castillo de la Hija del Faraón". Es el nombre elegido por los beduinos en referencia al supuesto faraón (y a su hija putativa) que hizo construir el Tesoro para ocultar sus riquezas. De hecho, es un templo, probablemente dedicado a Dushara. Las excavaciones en los alrededores han revelado los restos de los primeros cimientos de Raqmu (el nombre nabateo de Petra) y es probable que la plataforma natural sobre la que se erigió el Qasr al-Bint ya se utilizara como lugar de culto

El altar. El temenos incluye un enorme altar situado delante del templo. Consiste en una plataforma de 13,5 m x 12 m, elevada 3 m sobre el suelo. Probablemente fue un altar de sacrificios en el periodo nabateo. Los romanos añadieron un templo absidal junto a él. Su muro exterior estaba protegido por una galería de columnas. En su interior se encontraban las estatuas de Marco Aurelio y Lucio Vero, que gobernaron el Imperio Romano entre 161 y 169. La inauguración de este templo tuvo lugar entre los años 165 y 169. Fue aquí donde los arqueólogos franceses encontraron la cabeza de la estatua de mármol de Marco Aurelio.

El templo de Dushara. El edificio mezcla los estilos grecorromano y nabateo. La fachada es un tetrástilo griego, con cuatro columnas erigidas delante de la entrada y que sostienen un frontón triangular. La amplia escalera y el podio elevado sobre el que se construyó el templo son típicos de la arquitectura romana. Los elementos decorativos con motivos geométricos en estuco eran característicos del estilo nabateo. Una escalera monumental que sólo podían utilizar los sacerdotes conducía al templo. Entraron en el santuario por una puerta monumental. En la pequeña habitación situada contra la pared del fondo había un betyl, una piedra que simboliza la presencia divina. Las dos salas situadas a ambos lados del patio central se utilizaban quizás para los banquetes rituales. Cada una de ellas tenía una escalera que conducía al piso superior y luego al techo, donde se realizaban las ofrendas de incienso y otros rituales religiosos.