ALMOND COFFEE HOUSE
leer másEl Almond Coffee House utiliza su gran techo de cristal para crear un lugar luminoso, cálido, contemporáneo y acogedor. Es uno de los "puntos calientes" de Ammán, uno de los que siempre están llenos desde la mañana hasta la noche. La larga lista de propuestas de café (espresso, café turco, café con leche de avellanas y toffee, café con leche de almendras...) sólo es igualada por la de bollería y pastelería. ¿Se enamorará de una magdalena, un donut de chocolate, unas galletas o un croissant de almendras? Los chocolates calientes también son un sello de la casa.
CAFE HANIN
leer másEste café, situado en la última planta del centro comercial Taj, le sorprenderá en más de un sentido. Su agradable entorno recrea el ambiente de los antiguos cafés de Ammán, ya desaparecidos, todo en madera y azulejos. Su amplia selección de cafés y tés, por qué no acompañados de una shisha, al estilo local, le satisfará. La calidad de su cocina de inspiración libanesa permite hacer algo más que una pausa y comer o cenar entre compra y compra. Si la dirección parece poco inspiradora sobre el papel, el Café Hanin se ha consolidado como uno de los mejores de Ammán.
JUNGLE FEVER COFFEE AND TEA HOUSE
leer másEntre las pilas de libros finos, postales y recuerdos de la tienda del Museo Nacional de Bellas Artes, este acogedor café le invita a tomarse un momento de calma y relajación. Es el lugar perfecto para recargar las pilas después de recorrer las galerías del museo. El ambiente luminoso, las pocas mesas y bancos decorados con cojines de colores harán que quieras elegir entre la decena de cafés que se ofrecen. Para saciar el hambre, se ofrecen bocadillos y tentempiés ligeros.
PALESTINE JUICE
leer másEste es el lugar del Downtown para saborear un zumo de fruta recién exprimido. Es muy sencillo, hay cola a cualquier hora del día. Reconocerá el pequeño puesto por sus puestos de fruta perfectamente alineados. Se pueden combinar frutas u optar por el inevitable y muy refrescante "limoun nahna", zumo de limón con menta. Esta pequeña tienda lleva saciando la sed de los transeúntes desde 1962 y se ha convertido en una visita obligada en la capital. Hay algunas mesas en el callejón sin salida, pero suelen estar abarrotadas.