JABBAREN

La meseta de Jabbaren se encuentra a unos treinta kilómetros al sur de Sefar y a unos veinte kilómetros de Djanet. Un coche suele dejarnos al pie de la meseta, y el resto -y no es poco- se hace a pie (15 km). Jabbaren significa "gigante", y la subida a la cima de la meseta le convencerá de ello.
Desde Sefar, la ruta, aunque más larga, es más fácil, a través de un reg y a lo largo de unas ramblas llenas de plantas y animales. El campamento se encuentra cerca de un grupo de cipreses, en un pequeño valle resguardado. Para llegar al yacimiento de Jabbaren hay que seguir el Oued Amazar en dirección este hasta Akba Aroum. Henri Lhote (1903-1991), explorador francés, visitó el yacimiento en varias ocasiones durante el siglo^XX, con el guía tuareg Jebrine ag Mohamed, para registrar las pinturas y grabados. Fueron ejecutados por una docena de civilizaciones sucesivas en las paredes de las cúpulas de arenisca, excavadas por la erosión.
Hay más de 5.000, en buen estado de conservación y de varios estilos, siendo las más antiguas las "cabezas redondas". La más notable de ellas está dibujada en el interior de un saliente rocoso. Presenta una figura de 6 x 3 m de la época de los cabezas redondas, bautizada como el "gran dios de los marcianos" por Daniken, explorador convencido de la visita de extraterrestres. Otros frescos datan de la época bovidiana, entre ellos un notable arquero.