TEMPLO DALONGDONG BAOAN

A tiro de piedra del lugar de culto dedicado a Confucio, este magnífico templo contrasta con su vecino, de fachada e interior ricamente ornamentados. Está dedicado a Baosheng Tati, el dios de la medicina, traído por inmigrantes de la provincia de Fujian en el siglo XVIII, pero la estructura del edificio actual data de 1804. Como muchos taiwaneses son originarios de Fujian, el templo es especialmente popular. Es un auténtico lugar de vida, donde los lugareños acuden a rezar y quemar incienso. Hay, por tanto, una atmósfera espiritual que da una idea del pensamiento religioso de Taiwán. Alrededor del santuario central, un muro circundante contiene pequeños nichos donde se exhiben estatuas de distintas deidades. La idea es rezar a cada una de ellas para atraer la buena fortuna, antes de terminar frente a las estatuas principales, en el centro del templo. A continuación se hacen ofrendas muy variadas.

En 2003, sus administradores fueron premiados por la UNESCO por sus esfuerzos de restauración para preservar este magnífico ejemplo del patrimonio cultural de Taiwán. Otra forma de decir que si Taiwán estuviera en la UNESCO, el templo de Bao An sería sin duda patrimonio de la humanidad. No olvide detenerse en el jardín del otro lado de la calle, con su estanque que alberga numerosas koi, las carpas chinas. En el templo también se celebran festivales, representaciones tradicionales y ceremonias, lo que hace que cada visita sea única.