GALAPATHA RAJAMAHA VIHARAYA
Construido probablemente en el siglo XII, destruido por los holandeses en el siglo XVI y reconstruido posteriormente, este hermoso templo alberga un Buda reclinado de 30 m de altura y magníficas pinturas. El acceso al templo se realiza a través de un arco de piedra cuyos pilares presentan espléndidos grabados de la época de Kandy (1590-1830). Los motivos de los pilares representan la nari latha, una mítica planta trepadora del Himalaya que, cuando florece, se asemeja a una joven seductora. Se dice que esta planta tiene el poder de perturbar a los Rishis del Himalaya en su meditación. Los pilares estaban originalmente en otro templo de Bentota, el Udakotuwa Rajamaha Vihara. La otra pieza arqueológica de gran valor se llama Galperanaya, una piedra porosa que tiene la capacidad de filtrar el agua. De forma ovalada, parecida a un lavabo, el agua es absorbida por la piedra y sale al cabo de 15 minutos, purificada. Se dice que es una pieza única en Sri Lanka. Se dice que la antigua dagoba o estupa del templo alberga las reliquias de un diente perteneciente a Sri Anubuddha Maha Kassapa Arahat, uno de los principales discípulos de Buda, lo que lo ha convertido en un importante lugar de devoción.
Los dos templos que albergan al Buda y las pinturas suelen estar cerrados con llave. Tendrás que buscar al guardia y pedirle que te abra los santuarios. Merece la pena el esfuerzo. Hay una sensación de tranquilidad muy agradable en este lugar.