Los mejores restaurantes Maribor

Un lugar elegante y local, tal y como nos gusta. Esta pequeña cabaña de madera ofrece a los lugareños la posibilidad de almorzar a un precio razonable y disfrutar de los sabrosos y reconfortantes platos de sus abuelas, sin tener que cocinar durante horas en casa. Aquí tiene una lista completa de platos 100% eslovenos para llevarse, así como unos cuantos dulces caseros. Ideal para viajeros con poco tiempo que buscan una experiencia auténtica en lugar de un bocadillo. No es raro que se agoten las existencias antes de la hora de cierre.

Un restaurante contemporáneo con una fachada de madera y cristal que recuerda el diseño Hygge escandinavo. La cocina aquí es el resultado de las estancias del chef Gregor Vračko en restaurantes gourmet de todo el mundo, coloreando sus platos con hierbas e ingredientes locales. La puesta en escena de la mesa es excepcional, combinando innovación y tradición. Este antiguo restaurante de pueblo se ha convertido en uno de los restaurantes gourmet rurales más modernos de Eslovenia. Para ampliar la experiencia, hay seis habitaciones disponibles a partir de 130 euros la noche.

Un poco apartado, detrás de la zona de la estación, este restaurante japonés es, con toda modestia, el mejor de la región. Es cierto que no tiene calle, pero los lugareños piden comida para llevar o a domicilio para disfrutar de los nigiri y maki preparados al momento por el maestro del sushi. En el local: decoración japonesa minimalista y una carta desenfadada en inglés, esloveno y japonés. Los platos se acompañan de té verde tradicional servido en una tetera de hierro fundido. La relación calidad-precio es muy buena, ¡y el servicio es adorable!

Situada en la cordillera de Pohorje, esta granja turística promete una auténtica experiencia culinaria, ya que sus propios productos orgánicos se sirven a través de platos tradicionales eslovenos. El entorno envolvente con la naturaleza y la granja permiten combinar la degustación con el rejuvenecimiento. También puede comprar los productos en elegantes envases reciclados como recuerdo para sus seres queridos. Para un paseo relajante, disfrute de las cascadas de Framski slap a 10 km. Recuerde reservar su mesa antes de visitarlo.

A la vuelta de la esquina de la plaza principal se encuentra este pequeño y acogedor bistró asiático. La comida es 100% vietnamita, sabrosa y bien proporcionada. Los precios son muy razonables y el personal amable. Los rollitos de primavera con su salsa de cacahuete casera son perfectos para un tentempié en verano, mientras que los woks y el phô te calentarán en invierno. Apreciamos las opciones veganas y la posibilidad de que los viajeros solitarios se sienten en las mesas que dan a la calle peatonal para disfrutar del ambiente de la ciudad.

Galardonado cada año con la Guía Michelin, es el único restaurante de formación del país. Los estudiantes ponen en práctica sus habilidades en el comedor y en la cocina, dando como resultado platos creativos y bien elaborados y un servicio impecable. El ambiente es digno de un restaurante de primera, mientras que el precio de los platos del día es extremadamente asequible, lo que le brinda la oportunidad de dejarse mimar incluso con un presupuesto reducido. Saldrá satisfecho y maravillado por el talento y el esfuerzo de estos jóvenes chefs en ciernes. Es una visita obligada durante su estancia en Maribor.

Para empezar bien el día, nada como un desayuno colorido y un ambiente verde gracias a la colaboración con la floristería local. Alexander Bistro ofrece zumos prensados en frío y batidos frescos para acompañar sus brunches sanos o gourmet. Durante el día, puede devorar hamburguesas en la terraza u optar por un poke bowl ultrafresco con té helado casero. Ideal para una merienda improvisada, con patatas fritas de boniato, churros o un trozo de tarta de la selección del momento.

En la plaza principal de Maribor, este pequeño bistró con una agradable terraza ofrece todo lo necesario para un desayuno y brunch de calidad. Boles de granola, tortitas, huevos benedictinos y tostadas con aguacate, hay para todos los gustos, pero la principal atracción son los cremosos cafés, realzados por un artista del café con leche. A la hora de comer, puede sentarse a degustar un plato del día que cambia con las estaciones, o simplemente disfrutar de una tarde soleada saboreando un cóctel y un dulce.