Qué ver y hacer Brežice

La Cueva de Ajdovska es un antiguo sitio prehistórico donde los arqueólogos han encontrado muchos objetos de la vida cotidiana que se remontan a la Edad de Bronce. Permitió a sus habitantes protegerse de los peligros externos. La cueva ha sufrido varias ocupaciones humanas a lo largo de los siglos, sirviendo como reserva de alimentos en periodos de hambruna o de inviernos duros. Sigue proporcionando un refugio esencial para la gran población local de murciélagos.

El museo regional se encuentra en el castillo renacentista de Brežice. Originalmente una fortaleza diseñada para resistir a los atacantes turcos, el castillo se convirtió en palacio durante el periodo barroco. Su salón con frescos, el mayor del país, es una obra maestra. Se dice que el pintor se pintó a sí mismo. La capilla y la escalera también están pintadas. Es una profusión pictórica con escenas de la mitología griega y romana. En verano se celebran aquí conciertos de música clásica.

El museo cuenta con una interesante colección arqueológica en la que destacan varios esqueletos, entre ellos el de un soldado ilirio (500 a.C.) hallado en su tumba con su equipo y los adornos de los arreos de su caballo. En Dobova se han identificado 420 tumbas. En la época romana, Drnovo, cerca de Brežice, era una importante ciudad romana (4.000 habitantes).

En la sección etnológica, los visitantes pueden descubrir la vida de los habitantes de Posavje y su estilo de vestir, gracias a los muebles, la cerámica y las pinturas sobre vidrio expuestos. Una sala está dedicada a la viticultura. En el centro hay una klapotec, utilizada para ahuyentar a los pájaros. La historia más reciente también se relata extensamente a través de los hechos de la resistencia. El museo también alberga la primera traducción de la Biblia al esloveno, realizada por Jury Dalmatin en 1584, y un trineo de la emperatriz María Teresa. Una sala está dedicada a la obra de Franjo Stiplovšek, que inauguró el museo en 1949.

El castillo de la familia de viticultores Klakočar, del siglo XV, se encuentra en una colina y apenas es visible desde el aparcamiento. Los estilos se mezclan: Gótico, Renacimiento y Barroco. Se puede acceder a la antigua capilla y a sus dos ángeles cuyas patas cuelgan del techo de forma bastante cómica, así como a la bodega para la degustación de vinos. El castillo se ha vuelto a levantar después de años de trabajo. Innumerables vistas de la región.