Qué ver y hacer Olimje

Una caminata de aproximadamente 1 km a través del bosque al sonido de los arroyos cercanos y el canto de los pájaros. Descubre los héroes de los cuentos de hadas eslovenos e internacionales como Kekec, Bedanec, Martin Krpan, Blancanieves, Fifi Brindacier, Caperucita Roja... brujas y otras fantasías... una agradable visita en una galería al aire libre de recuerdos del mundo, pero también en el centenario museo familiar Korenček. Una aventura educativa para grandes y pequeños, en la que la naturaleza es la mejor maestra. Para ser preferido con buen tiempo!

Sin caer en una explotación excesiva, las plantas medicinales en peligro de extinción crecen dentro de un jardín en su hábitat natural. Los visitantes deben ser conscientes de sus beneficios, pero lo más importante es que deben ver lo fácil que es cultivarlas en sus huertas. Por eso se está estableciendo un jardín botánico con cerca de 200 especies de plantas medicinales con descripciones de sus virtudes y propiedades.

En el segundo piso de la torre sur del monasterio hay una habitación más pequeña, antiguamente llamada "la habitación del obispo". Los sacerdotes de antaño lo utilizaban principalmente como salón para invitados distinguidos. En esta habitación vivía el obispo (escritor, poeta, abogado, educador, consejero) Anton Martin Slomšek cuando vino a visitar al alto sacerdote benefactor Prašnikarju. Los hermanos menores rebautizaron esta sala con el nombre de Blázeni Anton Martin Slomšek y la organizaron para pequeños eventos como bodas y seminarios.

El monasterio se construyó en la ladera al final del valle. La construcción fue encargada por Hans Tattenbach en 1550. En 1663, el castillo se convirtió en un monasterio para los monjes de la Orden de San Pablo de Lepoglava de Croacia. En las últimas décadas, el monasterio ha sido dirigido por los Hermanos Menores. Los monjes se dedicaban a la medicina y la farmacia y, como muchas otras órdenes, también a la agricultura y la viticultura. Aquí se puede admirar el jardín de hierbas medicinales.

Durante la última restauración, los altares de madera perdieron su dorado y volvieron a su antiguo color negro, recordando la veneración de los monjes paulinos por la Virgen Negra de su Polonia natal. El fresco en trampantojo de la bóveda del coro es obra de Johannes Ranger, un monje del Tirol ⁽ siglo XVIII). La capilla de San Francisco Javier, pintada en 1760, representa Europa y Asia a la derecha del altar, y África y América en forma humana a la izquierda. El órgano tiene 230 años.