PLAYA BLANCA
White Beach es la principal atracción de Boracay. Se extiende cuatro kilómetros por la costa oeste, entre los pueblos de Angol y Balabag. Considerada una de las extensiones de arena más bellas del mundo, es un tesoro geológico nacional. La deslumbrante arena blanca tiene una textura increíblemente suave y pulverulenta que parece haber sido tamizada una y otra vez. El agua es cálida, ideal para nadar. Las puestas de sol aquí son de una belleza incomparable: ¡algunas de las más bellas de Filipinas, sin duda!
Todo eso está muy bien, pero la otra cara de la moneda es un poco menos sexy: durante los meses más calurosos, de febrero a mayo aproximadamente, las algas verdes invaden y arruinan White Beach. Además, durante la temporada baja, el viento obliga a los hoteles a "atrincherarse" para evitar que se llene de arena: enormes lonas cubren la playa y, aunque es fácil ir andando de los hoteles a la playa, ésta pierde parte de su legendario encanto. Por último, al ser la playa más bonita de la isla, quizá la más frecuentada por los turistas del archipiélago, está abarrotada. No obstante, la Playa Blanca bien merece una visita, aunque sólo sea para tomarse un zumo mientras se pone el sol.
En la práctica, la playa está dividida en tres sectores: la Estación 1 alberga los hoteles más grandes (lo que significa que la playa es más ancha); la Estación 2 es el corazón del complejo, con hoteles, bares y restaurantes; la Estación 3 es más tranquila (hoteles pequeños, mucho menos concurrida).