Guía de viaje Canoa Quebrada

Un pueblo al borde de los acantilados de arena roja con vistas al océano, a 180 km al sureste de Fortaleza. Un callejón de arena bordeado de pequeños restaurantes, tiendas básicas y posadas. Madera, barbas, palmeras, tejas, paja. Chalets ocres y buggies. Al final del carril, 30 metros más abajo, el océano. Pocos coches, poco hormigón, nada de asfalto. La playa es recta, con algunos restaurantes improvisados. Al atardecer, el mar se lleva lo que los cráneos huecos depositan en la arena en carretillas: botellas, cajas de cartón, papeles... En las dunas, lejos de la carretera, pobres cruces de madera que sólo mencionan la fecha de la muerte. Al atardecer, un ligero viento le acompaña frente al negro océano iluminado por la enorme luna. La temperatura fluctúa entre los 25 y los 35°C. Llevar sandalias en la arena. El ambiente es más amable, más modesto que en Jericoacoara, porque la situación geográfica es más clásica; el pueblo, más accesible, está conectado a una ciudad. Existe una cierta armonía entre los nativos, que no están desarraigados, y los turistas sedentarios.La costa, al sur de Canoa Quebrada y hasta Rio Grande do Norte, es una sucesión de playas aisladas y casi desiertas, bordeadas por acantilados y dunas. Cuidado con los accidentes de los carritos, están por todas partes, especialmente los fines de semana