RUINAS DE LA IGREJA DE NOSSO SENHOR DE VERA CRUZ

Es en las afueras de la ciudad de Baiacu donde encontramos esta sorprendente simbiosis entre la naturaleza y un templo jesuita. La tercera iglesia más antigua del país fundada por los jesuitas en 1560, las ruinas de la Igreja de Nosso Senhor de Vera Cruz han albergado en su centro un árbol gigantesco - y más precisamente una gameleira - durante tanto tiempo que es imposible saber si el árbol soporta las viejas piedras o lo contrario. Debido a la naturaleza sagrada del árbol en el sincretismo religioso del Candomblé, el lugar se ha convertido con el tiempo en un importante lugar de culto para los Orixás. Sorprendente.