ELEVADOR LACERDA

Este ascensor es una de las postales de Salvador. La gente también viene aquí a hacerse fotos, junto a la cruz inaugurada en 1873, es el primer ascensor público del mundo. El Elevador Lacerda funcionaba originalmente por presión hidráulica -lo que le valió el nombre de Elevador Hidráulico da Conceição, por su proximidad a la iglesia de Nossa Senhora da Conceição da Praia- y sustituyó a los esclavos y mulas de los primeros tiempos de la colonia. En 1896 pasó a llamarse Lacerda, en honor del ingeniero que lo diseñó. A partir de 1930, se instalaron motores eléctricos, una segunda torre y dos cabinas de pasajeros (para un total actual de 4 cabinas). Con una altura de 72 m, permite a 900.000 personas al mes desplazarse entre la parte alta y baja de la ciudad en 30 segundos. Desde 2006, el Elevador Lacerda forma parte oficial del patrimonio arquitectónico de Salvador. Largas colas de soteropolitanos y turistas abarrotan el ascensor. Este ascensor es sin duda la forma más segura de viajar entre las dos partes de la ciudad, ya que la calle que rodea la loma de la ciudad alta -llamada Ladeira da Montanha- puede ser insegura. Por último, la ciudad baja (barrio del comercio) está desierta por la noche y los domingos, ya que no es muy transitada. Por lo tanto, no es aconsejable pasear cuando los lugareños que trabajan allí y los turistas que acuden a la terminal del ferry o al mercado modelo la han abandonado.