Yacimientos arqueológicos Trujillo

Enterrada bajo la arena, es una de las ciudades preincas más impresionantes de Perú. En la lengua muchik, hablada en la costa antes de la llegada de los incas, Chan Chan significa "donde había sol". Fue la capital del Imperio Chimú, que floreció del siglo IX al XV, habiendo suplantado al reino Mochica (siglos IV al IX). Fue inscrita por la Unesco en la Lista del Patrimonio Mundial en 1986. La mayor ciudad de tierra del mundo tenía una superficie de 14 km², en la que se construyeron nada menos que 28 palacios y donde se cree que vivían unas 150.000 personas. Se cree que la civilización Chimú era militar con un señor y dueño de cada valle.

De esta grandiosa ciudad, hoy sólo quedan los murosde adobe

, que las tormentas siguen erosionando. Todavía hay nueve palacios en pie. De los palacios de Chaiwac, Uhle, Laberinto, Gran Chimú, Squier, Velarde, Bandalier y Nik An, varios han sido restaurados y se han instalado copias de los frisos originales para dar una idea más exacta del lugar. Están repartidos a lo largo de la carretera Panamericana y el más impresionante es el Palacio Nik An.

El Palacio Nik An (el palacio del centro en lengua muchik) -antiguo Palacio Tschudi- es un complejo monumental que quita el aliento: se camina entre los muros de ladrillo, algunos de los cuales tienen 13 m de altura, y se entra en espacios enormes, los patios. Las paredes están llenas de bajorrelieves que representan peces, pájaros, animales fantásticos y ardillas de forma repetitiva y hechizante. Los espacios se dividen cada vez en 3 niveles: el cielo liso, el mar representado por líneas y olas y la tierra y sus animales. Un espacio central, ahora poblado de juncos, era uno de los mayores baños de purificación. Se han encontrado alrededor de 140 pozos de agua alrededor de Chan Chan, el 90% de los cuales se encuentran dentro de los palacios: quien poseía el agua poseía el poder. Es aquí, en este inmenso palacio, donde se celebraba la Fiesta de los Muertos y sus momias sagradas, para lo cual los habitantes traían tributos de todo el valle, por lo que se cree que gran parte de él era también un granero o depósito de todas las ofrendas.

Hay quetener en cuenta que Chan Chan se compone de cuatro sitios bastante espaciados: el complejo principal llamado Palacio Nik An, el museo de sitio (bastante básico), la Huaca Esmeralda y la Huaca Arco Iris. Así que considere la posibilidad de negociar un taxi para ir de un sitio a otro.

Fueen la Huaca de la Luna donde se desenterraron los restos de 107 guerreros sacrificados y numerosos bajorrelieves policromados. Se puede recorrer el recinto a través de las escaleras instaladas a lo largo del edificio para tener una mejor visión de los frisos. Por desgracia, todo está bastante degradado, pero los frisos que se conservan maravillan por su detalle y colorido. Los arqueólogos afirman que en su construcción participaron más de 250.000 personas. Su construcción duró nada menos que 600 años

El protagonista es Aie Paec pintado en rojo y ocre, el dios con dientes de felino rodeado de pájaros y una serpiente, que representa la montaña, mientras que Cico Paec es el dios del mar rodeado de olas. El muro más impresionante se encuentra en la parte posterior de la huaca: 6 pisos de frisos distintos con la procesión de los vencedores y vencidos encadenados, los sacerdotes, las arañas, los pescadores, etc

Alrededor de los años 600 o 650, la región sufrió los fenómenos crónicos de El Niño, lo que provocó una revuelta social, ya que ni los sacerdotes ni los nobles eran capaces de controlar el clima, y luego una migración gradual que dio lugar a la vecina Chan Chan, construida sobre un suelo en terrazas que permitía filtrar el agua. A pesar de ello, la Huaca del Sol y de la Luna sigue siendo un lugar de culto, un homenaje a los antepasados aquí enterrados.

La Huaca del Sol es la más alta de Perú con 45 m. No está abierto al público y aún no se ha excavado a fondo. Es imponente y fotogénica, comparada con su vecina que ha sido gradualmente deconstruida para acceder a los tesoros que contenía.

El museo,subvencionado con fondos privados, es muy didáctico y rico. No hay que perderse la visita. Aquí encontramos las ofrendas con las que se enterraba a los muertos. También se pueden ver animales antropomórficos, retratos realistas con rasgos dibujados con precisión y escenas de sacrificio. Hoy se piensa que los sacrificios no eran tan frecuentes, sino que se criaba una casta especial y se la entrenaba para el oficio de combatiente, un poco como los gladiadores nobles. En momentos cruciales, como el fenómeno de El Niño, se organizaron peleas y surgieron ganadores y perdedores. Los derrotados se quedaban 10 o 15 días para prepararse para su último sacrificio. Por último, algunas cerámicas Huari dan testimonio de la última fase de ocupación del yacimiento.