NECRÓPOLIS ETRUSCA DE MONTEROZZI
Necrópolis con tumbas que contienen extraordinarios tesoros pictóricos en Tarquinia.
La reputación de Tarquinia se basa en sus tumbas enterradas, de las que se han descubierto unas 600 y pueden visitarse hoy en día. Las tumbas están datadas entre los siglos VI y I a.C. Contienen extraordinarios tesoros pictóricos, testimonio del nivel artístico alcanzado por los etruscos y de su vida cotidiana. Muchos investigadores consideran que estas obras maestras constituyen el primer capítulo de la historia de la pintura italiana (¡que, como sabemos, será bastante rica!). A diferencia de la necrópolis de Cerveteri, en Tarquinia las tumbas están enterradas y no coronadas por túmulos. Por lo tanto, no se ve nada a primera vista. Hay que adentrarse bajo tierra y caminar por estrechos pasillos para descubrir las tumbas pintadas, concebidas como pequeñas cámaras: en algunas de ellas, los colores apenas se han difuminado, ofreciendo a los visitantes un colorido fresco que descifrar. Entre las tumbas más famosas están las de los Toros, las Leonas, los Cazadores y Pescadores o los Leopardos. Todas ellas representan escenas de la vida cotidiana de la época etrusca: caza, pesca, danza, etc. Durante la primera mitad del siglo XIX, la necrópolis de Tarquinia fascinó a los europeos, y con razón, la mayoría de las tumbas hoy conocidas fueron descubiertas en esa época. En 1834, Luis I de Baviera también quedó fascinado por el yacimiento y ordenó la reproducción de las pinturas para la Alte Pinakothek de Múnich.