IGLESIA DE PANAGIA TIS PODITHOU
Una de las diez iglesias pintadas de Troodos declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hermosos frescos pintados en 1502.
Esta iglesia ortodoxa griega (Ιερός Ναός Παναγίας της Ποδίθου/Ieros Naos Panagias tis Podithou) conserva preciosos frescos realizados durante su construcción en 1502 y atribuidos al gran pintor de iconos Symeon Axentis. Como tal, es una de las diez iglesias pintadas de Troodos inscritas en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Aunque está dedicada a la Virgen Eleousa ("de la Compasión"), su epíteto Podithou es una referencia a un pasaje del Antiguo Testamento, cuando Dios dijo a Moisés: "No te acerques aquí; quítate los zapatos de los pies, porque el lugar que pisas es tierra santa" Con el tiempo, las palabras "tus pies", podon sou/ποδών σου en griego, se convirtieron en podithou/ποδίθου. El edificio con aspecto de sencilla granja (12 x 4 m) formaba parte de un monasterio fundado por Dimitri y Heleni de Coron, una rica pareja de nobles de origen francés que se habían helenizado y convertido al rito ortodoxo. En 1460, como comandante militar del reino de Chipre, Dimitri de Coron participó en el levantamiento contra la reina Carlota de Lusignan, que fue depuesta. En señal de arrepentimiento, él y su esposa financiaron el monasterio cuarenta años más tarde.
Esplendor italiano. Los donantes Dimitri y Heleni de Coron están pintados en el muro exterior oeste, sobre la entrada central, sosteniendo entre ambos una representación en miniatura de la iglesia bajo la protección de la Virgen. En el interior, sólo se ha pintado una parte de la superficie. Pero los frescos están muy bien conservados. El estilo revela una fuerte influencia italiana, ya que Chipre estaba entonces bajo dominio veneciano. En el frontón oeste, en la gran escena de la Crucifixión, nótese la plétora de detalles que van totalmente en contra del sentido bizantino de la pureza: un soldado golpeando las piernas de un ladrón, otros peleándose por el manto de Cristo, la Virgen derrumbada de dolor, María Magdalena abrazada a la Cruz, la enigmática figura de un monje arrodillado, etc. El ábside está adornado con una gran Virgen con el Niño rodeada por los arcángeles Gabriel y Miguel. Justo encima, en las pechinas, aparecen dos episodios de la vida de Moisés: a la izquierda, las Tablas de la Ley, y a la derecha, las sandalias. La razón por la que este último ocupa un lugar tan destacado es que muestra a Moisés desatándose los cordones de los zapatos, un acto simbólico que evoca al donante Dimitri de Coron abandonando el pasado para abrazar la visión de Dios.