TUMBAS DE REYES

Este yacimiento arqueológico de 32 hectáreas (Τάφοι των Βασιλέων/Tafi ton Vasileon, Tumbas de los Reyes) alberga ocho soberbias tumbas hipogeas ^{del siglo III} a.C. y varios túmulos. Se encuentra frente al mar, ligeramente al norte del yacimiento arqueológico de Nea Pafos, con el que está catalogado conjuntamente como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero hay que señalar enseguida que el nombre de "Tumbas de los Reyes" es engañoso: por majestuosas que sean, estas tumbas subterráneas no eran las tumbas de los reyes. La tradición de enterrar a los soberanos de Nea Pafos en tumbas hipogeas se abandonó en el siglo ^IV. En un apuro, sólo la tumba^nº 8 podría haber albergado los restos de un soberano griego procedente de Egipto. El circuito de 2 km está bien trazado y abarca las ocho tumbas, así como un túmulo que contiene tres grandes tumbas cubiertas por un montículo de tierra. No hay que perderse la tumba^nº 3, la más bella, y la nº 5, la mayor (390^m2).

Dromos, atrio y lóculos. El diseño de las tumbas es muy similar al de una casa. Se accede a ellas a través de un dromos, un "camino" que en este caso consiste en una escalera que desciende bajo tierra. A continuación está elatrio, una sala central originalmente cubierta por un tejado que ya no existe. La galeríadel atrio está formada por pilares o columnas, generalmente dóricas. Cerca de la entrada solía haber una fuente o un pozo, que se utilizaba para preparar el cuerpo y para las ceremonias rituales. La galería conduce a una o varias cámaras funerarias para personajes importantes. En las cámaras funerarias propiamente dichas, la galería y/o el dromos, se encuentran también otros tres tipos de cámaras funerarias excavadas en la roca: las tumbas de cajón para personas de segundo rango, los loculi (nichos funerarios, loculus en singular) para niños o personas de menor rango y, por último, los osarios. Como estas tumbas estaban destinadas a ser utilizadas muchas veces, los cuerpos más viejos se sacaban de las tumbas, se preparaban de nuevo y los huesos se colocaban en los osarios. Las tumbas se utilizaron así durante siglos, desde la época helenística hasta la romana, incluso por los primeros cristianos. Se abandonaron tras los terremotos del siglo ^IV. La mayoría fueron dañadas, utilizadas como canteras de piedra para la construcción de nuevos edificios y/o vaciadas de sus objetos preciosos por los saqueadores hasta la Edad Media.