BET GABRIEL Y RAFAEL
Iglesia hipogea transformada en lugar religioso con una verdadera fortaleza de cisternas, pozos y habitaciones.
La forma irregular del espacio compuesto por tres salas, sin ningún simbolismo religioso real, demuestra la reconversión del lugar en un santuario. El foso infranqueable sobre el que se construyó una pasarela crea una verdadera fortaleza con tanques, pozos y, probablemente, otras salas cuya utilidad se sigue debatiendo hoy en día. Vista desde el exterior, la fachada sobredimensionada, atravesada por arcos de estilo axumita y luego ventanitas similares, pero ligeramente puntiagudas, forman un extraño conjunto.
La técnica más tosca y basta de este templo profano podría indicar que se remonta a una época previa a las iglesias del norte y del sur. Puede que fuera un lugar seguro para recibir los tesoros que había que distribuir en los distintos santuarios. Es de imaginar que los artesanos practicaron aquí antes de ponerse con el tallado de los otros lugares sagrados, que debían ser más precisos.