DUOMO DI CEFALU
Una catedral construida por los normandos con carácter de fortaleza con sus dos enormes torres
La construcción de esta catedral por parte de los normandos estuvo motivada por una fantástica leyenda. Mientras viajaba con su flota entre Salerno y Reggio, Roger II (el rey normando que gobernaba Sicilia en aquella época) fue sorprendido por una violenta tormenta. Rezó a Dios, prometiendo construir una iglesia donde aterrizaría con seguridad. Las olas se calmaron, el viento dejó de soplar y el rey Roger desembarcó en Cefalú. En 1131, cumpliendo su promesa, colocó la primera piedra de esta iglesia, en un lugar que ya estaba urbanizado y en cuyos cimientos se han descubierto recientemente una calzada romana y mosaicos paleocristianos.
Construido en su núcleo al pie de la roca Rocca, e inspirado en la iglesia de Saint-Denis, este edificio tiene el carácter de una fortaleza, con sus dos torres macizas, aligeradas, sin embargo, por el bíforo (que tiene dos crujías) y las ventanas con parteluz monofora. Está precedida por una enorme terraza cuadrada, construida sobre el antiguo cementerio. La fachada, originalmente cubierta de mosaicos, data de 1240, mientras que el pórtico, con sus tres arcadas, data de 1471. El interior sigue una planta basilical con cúpula (inspirada esta vez en la catedral de Monreale), separada por tres naves y revestida con columnas del siglo II a.C., algunas de ellas de granito rosa. La iglesia también tiene elementos orientales, como su corazón elevado, cubierto de mosaicos. El espacio despejado y una cierta unidad de tono hacen que este lugar sea especialmente sereno, a pesar de la severa mirada del Cristo Pantocrátor que destaca en el ábside.
Esta impresionante figura bizantina domina el interior del edificio. Representa a Cristo bendiciendo a sus fieles con una mano y sosteniendo el Evangelio abierto en la otra, en el que se puede leer: "Yo soy la luz; el que me sigue no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida". "Se trata de la representación más antigua y expresiva de Cristo que se encuentra en Sicilia. Victor Cronin, en su libro The Honeycomb Island, lo describe así: "Los ojos, por su tamaño y posición dominante, parecen observarlo todo. Siguen siendo inescrutables y severos, pero no carecen de compasión y amor. »
El claustro al que se accede desde el interior de la catedral también es excepcional: fíjese en la delicadeza de las columnas gemelas y los arcos apuntados. Los capiteles son bizantinos, con leones y motivos especiales.
Typique en son style, avec un grand parvis.
Un bel ouvrage