FONTANA DELL'EFEFANTE

La Fuente del Elefante se encuentra en el centro de la Piazza del Duomo, frente a la majestuosa Catedral de Sant'Agata, en el corazón de Catania. Es un emblema y un punto de encuentro. Construida en mármol blanco por el arquitecto Vaccarini (1735-1736), está dominada por un elefante esculpido en basalto y compuesto por varios bloques de lava unidos entre sí. Esta estatua negra incorporada a la obra de mármol blanco data de la época cartaginesa, según el geógrafo árabe Al Idrissi, que viajó a Sicilia en el siglo ^XII y descubrió la estatua. El animal apodado "Liotru" es el símbolo de la ciudad, un elefante mágico que la protege de las erupciones del Etna. Un símbolo traído de Oriente con el culto a la diosa de la fertilidad Isis durante la conquista de Catania por invasores orientales aliados de los siracusanos. En el 476 a.C., la ciudad fue conquistada y el nombre de Catania se cambió por el de Aitna, pero la estatua del elefante permaneció. Bajo el dominio árabe, la ciudad fue conocida como Balad el-Fil o Medinat el-Fil, es decir, "ciudad del elefante". Lleva a sus espaldas un obelisco egipcio de granito de 3,66 metros de altura, grabado con jeroglíficos, dedicado al culto de Isis y, en la parte superior del monumento, una cruz cristiana. Un globo terráqueo corona el obelisco, rodeado de una corona de palmeras y hojas de olivo. Tantos símbolos diferentes para una historia rica en las más variadas influencias (sículos, griegos, egipcios, cristianos). El lomo del elefante está cubierto por un manto de mármol blanco en el que están grabadas las armas de la patrona Ágata de Catania.

La leyenda del elefante Liotru. Liotru, el elefante negro sobre una base blanca, es objeto de una leyenda local. Se dice que su nombre procede de Eliodoro, el nombre de un mago que vivió en Catania en 725, cuando la ciudad era una provincia bizantina del Imperio Romano de Oriente, gobernado entonces por León III el Isáurico. Eliodoro quiso convertirse en obispo de Catania y luego en prefecto. Ante su fracaso, cuenta la leyenda que una noche Eliodoro fue a la tumba de los héroes y se colocó en lo alto de una columna para invocar al diablo, gracias a un misterioso escrito que le había confiado un brujo judío. En lo alto de la columna, rasgó y esparció el pergamino al viento. Satán apareció por fin y le preguntó qué quería. Eliodoro le contó sus ambiciones. El diablo le dijo entonces: "Si reniegas de toda fe en Cristo, te pondré al lado de uno de mis jueces, Gaspare, que será tu siervo y te concederá poderes mágicos" Así que hizo un pacto con el diablo para dotarse de poderes sobrenaturales. Se dice que con ellos construyó el elefante en la lava del Etna. Cabalgaba con la criatura mágica por la ciudad, gastando bromas y haciendo comentarios maliciosos sobre la población. Se dice que fue al mercado y compró todo lo que quiso, pagando con oro y diamantes; pero una vez que se marchó, los preciosos se convirtieron en piedras. En otra ocasión se burló del sobrino del obispo. Le hizo ganar una carrera de caballos, pero en la ceremonia de entrega de premios, el caballo ganador habló a los asombrados transeúntes, revelando que en realidad era el mismísimo Satanás, que se había unido al mago en la broma y luego había desaparecido. Todo un mito