PARQUE NACIONAL DE SEMULIKI

Antiguamente conocido como el bosque de Mwamba, esta zona de 220 kilómetros cuadrados adquirió la categoría de parque nacional en 1993. Situada a unos setecientos metros de altitud, abarca un bosque prácticamente virgen que es una prolongación del bosque de Ituri, el cual se extiende a través del río Semliki en la R. D. del Congo. También alberga especies exclusivas de la cuenca del Congo que no se encuentran en ningún otro lugar de Uganda, como el okapi (del que se han registrado tres ejemplares). A pesar de su pequeño tamaño, este parque cuenta con una fauna extraordinariamente diversa: más de 300 especies de mariposas y 435 especies de aves, muchas de ellas endémicas del parque, lo que lo convierte en un destino obligado para los observadores de pájaros. Con unos cincuenta representantes, la lista de mamíferos no es la más impresionante del país pero, una vez más, algunos animales son únicos, como el antílope almizclero enano de agua (o cervatillo de agua). Los chimpancés (no habituados) y los cercopitecos de Brazza (extremadamente raros en Uganda) también están presentes, al igual que los elefantes de bosque, los búfalos y los sitatungas, mientras que los cocodrilos y los hipopótamos frecuentan los ríos Ntotoro y Semliki. Sin embargo, las aguas termales de Sempaya siguen siendo la principal atracción del parque. Llamadas Mumbunga («lugar de encuentro») por los lugareños, los manantiales «macho» (de doce metros de diámetro) y «hembra» (que escupe agua hirviendo a unos 103 °C) eran utilizados por los indígenas para diversos fines: lavar la ropa, cocinar alimentos y para tratamientos curativos (contra erupciones cutáneas, micosis epidérmicas, retorno venoso o problemas articulares). La visita guiada a las fuentes termales (una hora) solo requiere el pago de la entrada al parque. También hay nature walk (40 USD por una excursión de dos a seis horas) y el avistamiento de aves (40 USD). Si se opta por el primero, que dura entre tres y seis horas en la estación seca y entre dos y tres horas en la lluviosa (porque atravesar el barro no es moco de pavo...), es de esperar encontrarse con primates (como el colobo guereza, el samango o el colobo rojo) y, por supuesto, con mariposas y pájaros. Si se opta por el avistamiento de aves, que parte (idealmente antes de las ocho de la mañana) de las oficinas de la UWA en Sempaya o del campamento de Bumaga (dos kilómetros más al sur, justo al lado de la carretera Fort Portal-Bundibugyo), hay que tener en cuenta que los guías, Alex y Moses en particular, son ornitólogos experimentados.