Los mejores alojamientos Lago Bunyonyi

¡Este establecimiento disfruta de un gran éxito! Las cabañas son sencillas pero espaciosas, bien equipadas y con una excelente relación calidad-precio. La vista del lago es magnífica y el trato es realmente cálido. En el restaurante sirven cangrejos de río. Organizan varias actividades en el lugar (bicicleta de montaña, piragüismo...). Cabe destacar la existencia de una tienda de recuerdos y el magnífico emplazamiento de la zona de acampada, en un sector de la orilla del lago salpicado de palmeras.

El Bird Nest (nido de pájaro) es sin duda el establecimiento más exclusivo del lago Bunyonyi. La main lodge,o casa principal,a la que se accede por un jardín ocupado por un burro, es un verdadero éxito: las habitaciones, con su balcón que da a una cala, son confortables; el restaurante, en la planta baja, está cuidadosamente decorado y constituye el escenario ideal para degustar los famosos cangrejos de río del lago; la terraza, un espacio agradable para tomar una copa mientras se descansa, domina la piscina... El Bird Nest se extiende hasta el otro extremo de la bahía, donde hay una zona tranquila con cabañas: el Bird Nest Eco Overseas. Allí se puede leer tranquilamente un libro de la biblioteca o desayunar en paz; sin embargo, para la cena hay que tomar el bote que lo llevará al lodge principal, al otro lado de la pequeña bahía, en pocos minutos. Además, el Bird Nest ofrece una amplia gama de actividades, como una visita al pequeño pueblo de Bukona para conocer a los herreros que trabajan el metal con técnicas tradicionales. Podrá cambiar moneda en recepción.

El Arcadia es el único establecimiento situado en lo alto y ofrece unas vistas fabulosas sobre el lago y sus islas, así como del paisaje circundante. Sus 25 cabañas son tan acogedorascomo se pueda imaginar. Kai y su equipo, en el horno y en el molino, son muy atentos y organizan actividades en la zona (quads, observación de aves, cruceros por el lago...). Buena restauración.

En una bonita bahía con un jardín bien cuidado y una magnífica vista del lago, el lugar está desafortunadamente desnaturalizado (especialmente visto desde el agua) por una gran extensión de hormigón. Los bungalós y las habitaciones están limpios y bien equipados. Existe la posibilidad de acampar en el jardín en compañía de las cosifas de Heuglin. Disponen de un health club(gimnasio, sauna...) y ofrecen numerosas actividades (senderismo y ciclismo, paseos en barco...). Buen trato. Están situados a un kilómetro, aproximadamente, al sur de Rutinda.

Situado cerca de Rutinda, este hermoso lugar es muy popular entre los mochileros y los overland trucks, los safaris en grupo que viajan a través del continente, lo que puede suponer que sea ruidoso algunas tardes. El conjunto es bastante básico, pero la ubicación de las tiendas de safari, con vistas al lago, es agradable. Bar animado. Las actividades incluyen alquiler de canoas, natación, observación de aves, etc. Posibilidad de traslado desde Kabale. Si desea hacer un pícnic en Bunyonyi Overland sin quedarse allí, le costará tres dólares por persona.

El Kalebas estaba en proceso de ser renovado y reestructurado durante nuestra visita. Sin embargo, conservará sus cualidades (tranquilidad, panorama, precios relativamente bajos, etc.), lo que ayuda a mantenerlo en nuestra selección. ¡Usted será el primero en juzgar las nuevas instalaciones!

La madera y las fibras vegetales son los principales materiales utilizados para construir las encantadoras cabañas escondidas entre el verdor de este resort. El restaurante, bajo una choza de paja, es espacioso. Con un poco de suerte verá al único mono que vive en esta isla de 600 metros de largo y 250 de ancho, y en la que se han introducido algunos animales (antílope acuático, impala, cebra) que pueden verse durante un nature walk (45 minutos; 10 $).

Este refugio es un verdadero remanso de paz en la remota isla de Ha'Buharo, cuyo nombre significa «el canto de los pájaros». Las tiendas de safari, levantadas sobre una plataforma y enclavadas en medio de los árboles, están dispuestas con buen gusto. Materiales naturales y electricidad de origen solar. Sala del restaurante decorada con objetos étnicos. Aunque el lugar sea encantador, es difícil llegar a él (carretera + 25 minutos en barco). El servicio y la comida no siempre están a la altura de los estándares deseados.

Aferrado a la ladera, el Ojo de Halcón (cuyo nombre no está en absoluto usurpado) domina la localidad de Rutinda y la bahía que la baña. El Ojo de Halcón, al que se accede por un camino empinado, cuenta con una hilera de hamacas para relajarse mientras se disfruta de las vistas, cabañas y tiendas de safari limpias y despejadas, y una pequeña piscina de doce lados. El camping es agradable y el personal del albergue puede alquilarte una tienda de campaña si es necesario. El personal organiza muchas actividades. La comida es pasable.

Plantado en medio de eucaliptos, en una península montañosa donde predomina la agricultura, el campamento Edirisa ("ventana" en chiga) hará las delicias de los mochileros. El dormitorio, la cabaña y la casa familiar son sencillos pero muy limpios y están equipados con mosquiteras. Las duchas al aire libre y las cabinas de madera, que hacen las veces de aseos, nunca están lejos. Las comidas (incluido el desayuno a 8.000 Ush) son de excelente factura. Destaca también el acceso gratuito al wifi, las canoas del establecimiento y la inverosímil piscina. Precios modestos y una buena acogida

Esta estructura ofrece agradables habitaciones con vistas al lago, un pontón para tomar el sol, salidas de senderismo y deportes acuáticos (piragüismo, caminatas en grupo...), así como un restaurante en el que podrá comer cangrejos de río y otros productos frescos de la zona. Buen trato.