MUSEO DE LA REVOLUCIÓN Y MEMORIAL GRANMA - ANTIGUO PALACIO PRESIDENCIAL
El antiguo palacio presidencial es ahora el Museo de la Revolución. Diseñado por dos arquitectos, el cubano Rodolfo Maruri y el belga Paul Belau, fue construido entre 1912 y 1919. A partir de 1917, sirvió como residencia de los presidentes. Entre su inauguración en 1920 y la revolución de 1959, vivieron allí veintiún presidentes. El edificio, de cuatro plantas, está construido íntegramente en piedra blanca. La sobria elegancia del exterior contrasta con el lujo del interior, en el que abundan los mármoles, las columnas y los salones, entre ellos el Salón de los Espejos, réplica de la famosa galería de Versalles, y el Salón Dorado, todos ellos de mármol amarillo.
El 13 de marzo de 1957, un grupo de jóvenes revolucionarios atacó el palacio presidencial con el objetivo de asesinar al presidente Fulgencio Batista, que había tomado el poder cinco años antes mediante un golpe de Estado. La operación fracasó. Batista logró escapar por una puerta secreta en su oficina. La mayoría de los atacantes perdieron la vida, mientras que el presidente de la Federación de Estudiantes, José Antonio Echeverría, que había participado con éxito en la toma de Radio Reloj para difundir la noticia, fue asesinado por la policía cuando intentaba llegar a la universidad. Para honrar a estos jóvenes revolucionarios, el parque frente al palacio recibió el nombre de Parque Trece de Marzo. Fidel Castro pronunció su primer gran discurso en La Habana en enero de 1959 en la terraza del ala norte del palacio. Nunca vivió allí, probablemente queriendo distinguirse de todos los presidentes que le precedieron. Pero fue la estrecha relación de este lugar con la historia reciente lo que lo designó, en 1974, para su nueva función, la de Museo de la Revolución.
Con documentos, fotos, objetos, mapas, maquetas, etc., el Museo de la Revolución ofrece, en tres niveles, una visión completa y cronológica de la historia de la lucha de los cubanos por la independencia. No se lo pierda bajo ninguna circunstancia y prevea al menos una hora y media, ya que el museo es muy rico. Pasará de las rebeliones aborígenes contra los conquistadores a las guerras de independencia del siglo XIX contra la esclavitud del poder colonial español. El siglo XX no se queda al margen con el énfasis en las demandas sociales y políticas emergentes, por supuesto. Repasa la fascinante historia del movimiento obrero de los años 20 y 30 y el surgimiento del proceso revolucionario. No se pierda las secciones sobre la guerra de guerrillas, incluidas las dos esculturas de tamaño natural de Camilo Cienfuegos y el Che Guevara en la Sierra Maestra. La última parte del museo está dedicada a la consolidación de los logros de la revolución de 1959.
También puedes visitar el despacho presidencial, por el que han pasado los diferentes presidentes cubanos hasta Batista.
A continuación, salga del museo para visitar el monumento al Granma, donde se expone el yate homónimo en el que Fidel Castro y 81 combatientes partieron de México para librar la última guerra revolucionaria. El barco sobrecargado navegó penosamente durante una semana antes de encallar en Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956. Descubiertos por las tropas de Batista, muchos de ellos fueron asesinados inmediatamente. Pero Fidel Castro y algunos otros lograron llegar a las montañas de la Sierra Maestra, foco de la lucha insurreccional que terminó en victoria el1 de enero de 1959.