CUEVAS DE NIAH
El acceso al parque comienza con un viaje en barco por el río Niah. Después hay que seguir las pasarelas de madera hasta las cuevas. La humedad puede hacerlas muy resbaladizas, por lo que se recomienda llevar buen calzado. También necesitará una linterna para iluminar el camino por las cuevas. Un sombrero puede ser útil si no quiere acumular los preciados excrementos de pájaro en la cabeza. La primera cueva está a una hora a pie. Si regresa al anochecer, es posible que vea algunos hongos luminiscentes en el camino de vuelta.
Cueva de los Comerciantes. Las cuevas de Niah albergan decenas de miles de golondrinas y murciélagos. Los lugareños recogen los nidos de las golondrinas, que valen una fortuna en el mercado gourmet chino. También se recoge guano para utilizarlo como fertilizante natural. La Grotte des Marchands fue en su día un punto de encuentro para el comercio de nidos de golondrina y guano.
Gran Cueva. La Gran Cueva tiene 250 m de ancho en la entrada y 60 m de altura en el punto más alto, lo que la convierte en una de las mayores bocas de cueva de Malasia. Pero no es hasta que uno se adentra en las entrañas de la cueva cuando se da cuenta de lo gigantesca que es y de la atmósfera única que desprende, realzada por el juego de luces que desciende de las aberturas de la bóveda y se refleja en las formaciones rocosas minerales, que viven como un espíritu en la cueva. Se tarda una hora en explorarla, durante la cual hay que tener cuidado de no resbalar en el suelo cubierto de guano. Tampoco es buena idea agarrarse a las barandillas. El mejor momento para venir a la Grande Grotte es al atardecer, para disfrutar del increíble ballet de golondrinas que regresan a sus nidos mientras los murciélagos salen para su paseo nocturno.
Cueva Pintada. La más famosa de las cuevas de Niah atrae a los visitantes por sus pinturas rupestres prehistóricas. Los frescos representan el viaje de los muertos al más allá. El suelo está sembrado de restos de ataúdes en forma de barco. Los huesos contenidos en estos sarcófagos se han trasladado al Museo Sarawak de Kuching. Las investigaciones arqueológicas han demostrado que esta cueva estuvo habitada ya en el Paleolítico, hace 40.000 años. Los frescos datan de la Edad de Hierro, alrededor del 800 a.C. La Cueva Pintada es la única de Borneo que da testimonio inequívoco de una antiquísima presencia humana.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre CUEVAS DE NIAH
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