Los mejores museos Malaca (Melaka)

Esta magnífica casa alargada es típica de las viviendas de las familias ricas de Peranakan de finales ^del siglo XIX. Construida en 1896, cuatro generaciones vivieron aquí hasta 1985, cuando la casa se convirtió en museo. La arquitectura y la decoración dan testimonio de las diversas influencias que experimentó Malaca. Desde el grandioso mobiliario hasta los pequeños objetos cotidianos, es una inmersión en la intimidad de una época pasada. El museo facilita folletos explicativos en francés.

Inaugurado en 1986, el palacio-museo es una hermosa réplica del palacio del sultán Mansur Shah (hacia 1459-1477), construido sin un solo clavo. También es una visita fascinante para quien se interese por la historia de Malaca. El museo está dividido en tres galerías y ocho salas en las que se exponen trajes tradicionales, un dormitorio real, armas tradicionales, joyas, instrumentos musicales y fotografías antiguas.

Este gran museo narra la extraordinaria saga del Gran Almirante de la flota china, Cheng Ho (o Zheng He). En 1381, con sólo 10 años, fue capturado por el ejército chino tras la ejecución de su padre, que había servido a los mongoles. Se convirtió entonces en eunuco de la corte imperial y, en 1405, fue ascendido a almirante de los mares occidentales. Entre 1405 y 1433, emprendió siete expediciones de una envergadura sin precedentes, llegando a Borneo, Tailandia, Ceilán, la costa india, la península arábiga e incluso la costa africana. Cinco de sus viajes le llevaron a Malaca, donde construyó un enorme almacén para guardar las maravillas que había recogido en sus viajes. Confidente del tercer emperador de la dinastía Ming, su influencia en las relaciones sino-malayas fue considerable. Pero en Malaca se le venera sobre todo por su intercesión en el matrimonio de la princesa Hang Li Po (hija del emperador chino) con el sultán de Malaca a ^{mediados del siglo XV}. Sin saberlo, Cheng Ho inició la cultura Peranakan o Baba Nyonya. Tras esta boda real, miembros del séquito de la princesa vinieron a celebrar otros matrimonios. El museo se inauguró en 2006, en el supuesto emplazamiento del almacén de Cheng Ho. Unas estatuas de guerreros chinos dan la bienvenida a la entrada. En el interior, podrá ver numerosas antigüedades chinas, mapas que muestran los viajes emprendidos por el almirante, maquetas de juncos chinos, así como representaciones teatrales de escenas de la vida tradicional de la época.

El Stadthuys fue la residencia de los gobernadores generales holandés y británico de Malaca. Construido entre 1641 y 1660 sobre las ruinas del fuerte portugués, el establecimiento vio ir y venir a los distintos gobiernos de la ciudad durante 300 años. Convertido en museo en 1982, es el edificio holandés más antiguo al este de Suez. En la actualidad alberga el Museo de Etnografía e Historia, que recorre la vida en Malaca desde el sultanato hasta la ocupación británica. Armas, pinturas, porcelana, joyas y trajes dan testimonio de estas épocas.

El Museo del Islam se encuentra en un antiguo edificio colonial de la década de 1850 que antaño daba al mar. Es un lugar interesante para conocer los principios fundamentales de la religión. Un centenar de objetos se exponen en polvorientas vitrinas. Entre ellos, antiguos coranes, una representación de los castigos por robo o adulterio y retratos de los imanes y grandes pensadores del Islam en la región de Malaca. También es (¿o sobre todo?) una oportunidad para visitar una hermosa mansión colonial.

Es imposible pasar por delante de este museo sin fijarse en él Se cree que la carabela de madera es una réplica del Flor de Mar, un barco portugués que encalló frente a Malaca tras salir de puerto con las bodegas llenas de botín extraído ilegalmente. El barco recibe unos 20.000 visitantes al mes, entre ellos muchos grupos escolares. Olvídese de una visita tranquila. La panza del barco esconde escenas de la vida en el puerto de Malaca en la época de su auge, y permite comprender por qué era tan importante el control de la ciudad.