CERRO ANCÓN
La verde colina que domina la ciudad de Panamá es ideal para un primer acercamiento a la ciudad. Es accesible para los visitantes que estén dispuestos a caminar durante unos veinte minutos en la humedad tropical. El paseo merece la pena, no sólo por la fauna que se puede ver, sino también por la vista panorámica del Casco Viejo y los rascacielos que se pueden ver desde la cima, a 199 metros de altura. Es mejor salir temprano para ver los animales y no sufrir demasiado el calor.
El Cerro Ancón siempre ha sido un lugar público y popular para los habitantes del Casco Viejo, que venían aquí a pasear y a sacar agua. En 1882 se instaló allí uno de los primeros sismógrafos de América, así como un hospital para los ingenieros y trabajadores de la obra del canal. En 1904, la colina pasó a formar parte de la Zona del Canal estadounidense y el acceso quedó restringido a los panameños. Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército estadounidense excavó allí un enorme búnker: 200 m de largo, 40 habitaciones, galerías que suben y bajan. " El Túnel se utilizó como base de operaciones y centro de espionaje para el Comando Sur. El Cerro volvió a ser propiedad panameña en 1979, tras la firma del tratado de retrocesión de la Zona del Canal. Una enorme bandera panameña (¡del tamaño de una cancha de baloncesto!) ondea en la cima desde entonces.
Mi Pueblito, al pie de la colina, en el lado de la Avenida de los Mártires, es una pintoresca reconstrucción de los diferentes modos de vida y hábitats tradicionales del país. Hay muchos puestos de artesanía.