EL TEMPLO DE LAS INSCRIPCIONES

Al entrar en el recinto, se pasa primero por un edificio aún enterrado bajo la selva y se accede a una primera explanada que incluye tres templos construidos en fila: a la derecha, el edificio de la Calavera es el más antiguo; luego sigue el Templo XIII, conocido por haber albergado la tumba y los tesoros de la Reina Roja.

En el extremo izquierdo, el Templo de las Inscripciones es la pirámide más alta del sitio. Debe su nombre a los tres grandes paneles de piedra cubiertos de glifos que decoraban la sala principal: en ellos se mencionan diversos acontecimientos del reinado de K'inich Janaab' Pakal y también se ofrecen curiosas informaciones sobre los acontecimientos pasados y futuros del año 4772.

En 1949, el arqueólogo mexicano Alberto Ruz Lhuillier exploró por primera vez el interior del Templo de las Inscripciones y tres años después descubrió la cámara funeraria del rey Pakal, situada a 25 metros bajo la base del templo. En su centro se encuentra todavía su sarcófago monolítico de piedra caliza, enteramente grabado y decorado; el conjunto estaba originalmente cubierto de cinabrio, un pigmento bermellón que se obtiene moliendo la piedra del mismo nombre. Inicialmente abierta al público, el acceso a la tumba se cerró para evitar su deterioro. Sin embargo, se puede ver una hermosa réplica de la tumba y el esqueleto adornado con joyas y una máscara de jade en el museo del sitio de Palenque. La máscara original se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México.