CATEDRAL METROPOLITANA DE MÉXICO

Los mexicanos la consideran el monumento católico más impresionante de América. Esta imponente catedral se construyó en la Plaza de la Constitución. La variedad de sus estilos arquitectónicos se debe a que su construcción comenzó en 1532 y no finalizó hasta 1813, primero como iglesia a instancias de Hernán Cortés y después como catedral a instancias de Carlos V y el Papa Clemente VII. Su fachada combina los estilos barroco y renacentista. Además de las quince capillas profusamente decoradas, el interior cuenta con un soberbio altar de estilo churrigueresco. Lamentablemente, muchas de las pinturas y esculturas fueron destruidas en un incendio en 1967. Sus dos torres neoclásicas de 64 metros de altura sostienen dieciséis campanas, la mayor de las cuales, la de Santa María de Guadalupe, pesa doce toneladas.

La catedral se construyó sobre una pirámide de la ciudad azteca de Tenochtitlan, utilizando las piedras de ésta como soporte. Ésta era una práctica habitual entre los conquistadores españoles para facilitar la evangelización de los indígenas. Dado que el antiguo suelo pantanoso no es muy estable y que el coro de la catedral quizá descanse sobre la cúspide de la pirámide, todo el edificio tiende a venirse abajo. De hecho, hay un péndulo que sirve para medir la inclinación. En la actualidad, el monumento se controla mediante gatos accionados por ordenador para equilibrarlo en tiempo real.